domingo, 13 de julio de 2014

Love In Summer 3 {Crowstiel}

Era el tercer día que se encontraban ambos. Castiel había intentado por todos los medios, que Crowley accediera a ir con él al campo. Después de largos intentos y muchos argumentos, consiguió que fueran a dar un paseo... pero no al campo.
Crowley gano esta partida, y llevo a Castiel a un paseo por la ciudad. Castiel llevaba, como no, su ya conocida, gabardina. Con el traje debajo, que da calor solo el verle. Mientras que Crowley lucia una camisa completamente blanca. Y unos pantalones, del mismo traje. Caminaban ambas al mismo ritmo. Y casi pegados. Castiel estaba algo confuso con el lugar. Ya que había mucha gente. Y eso, en parte, le agobiaba. En un momento dado, su mano rozo la de Crowley, y en el mismo momento en el que ambos se tocaron. Se miraron. A Crowley no parecía importarle. Pero Castiel musite un ''P-Perdón'' y desde ese momento, Castiel iba con las manos tras la espalda. Y algo sonrojado, mirando al cielo.  Al fin llegaron donde Crowley quería. Una terraza de un bar, donde no había mucha gente. Crowley y Castiel se sentaron el uno frente al otro. Castiel con las manos en las rodillas y algo inquieto.

- C-Crowley... ¿Que hacemos aquí? -Pregunto algo ¿Tímido? Pues después de los últimos días, parecía que pasar tiempo con el demonio se estaba convirtiendo en.. una necesidad... aunque no hicieran cosas que a Castiel le agradaran a primeras.-

- Vamos a hacer cosas de gente normal. Y estar en una terraza es lo mas normal que hay. -Llega el camarero y Crowley mira a Castiel.- Una cerveza, supongo. <<Los gustos de los Winchester>>  Y un whisky. -Crowley siempre en su linea.-

- Oh ¿Gente normal? Quieres decir... Como los Winchester. -Dijo completamente convencido de lo que decía.-

Crowley bufo ante el nombramiento de esos hermanos. Que no mas, recibían burlas por su parte. Les trajeron lo que Crowley pidió. Cerca de su mesa. Había unas señoras. Que los miraban y cuchicheaban cosas. Cosas como ''Mira esos dos hombres juntos y Blah Blah Blah''. Crowley podía escucharlas. Y no le gustaba nada aquello, no por lo que dijeran si no porque parecían las típicas marujas, que no podían vivir sin criticar todo a su alrededor.

- Hey, Castiel. -Quería llamar su atención. Una vez conseguida.- ¿Puedes acercarte? Te quiero decir una cosa. -Castiel, como no, obedeció, con algo de curiosidad. Se levanto un poco para inclinarse sobre la mesa. Llegando a la mitad de esta. Crowley hizo lo mismo. Cogiendo la corbata de Castiel, y dándole un empujón para acercarlo por completo, pegando sus labios a los de él. Y besándolos con deseo. Las mujeres que los vieron empezaron a farfullar muchas cosas, levantándose del asiento y yéndose. En ese momento Crowley se separa de Castiel. Con una sonrisa divertida. Y viendo como se marchaban esas viejas alcahuetas.-

- ¿Q-Qué? -Castiel estaba claramente muy confuso, lo pasado hace escasos segundos había sido tan rápido, que apenas le dio tiempo a reaccionar.- ¿Porque has hecho eso?

- ¿No las has visto? Esas mujeres... Solo buscaba algo de ''Justicia cómica'' -Ríe, pues la cara de aquellas señoras había sido lo mejor del día. Por el momento.-

Castiel miro hacia otro lado, con las mejillas algo sonrojadas. Ya era la segunda vez que le besaba, de esa manera, sin avisar y sin motivo. O bueno, la tercera. Y no le desagradaba, en absoluto, pero le gustaría saber... los motivos y si... era algo mas que.. diversión.
Tras un rato en la terraza. Conversando o mas bien discutiendo de la importancia del Infierno. Tema a tratar en un día de verano *Sarcasmo* Crowley tuvo otra gran idea. La de que Castiel probara lo que es un helado. Por lo que dejo a Castiel esperando en un banco. Mientras él se acercaba a un puesto de helados. Cogiendo un cucurucho, de un sabor concreto *Si. Fresa* Y volvo junto a Castiel. Castiel le miraba con su habitual gesto de confusión.

- No me mires así, gatito. -Le dijo divertido, Crowley, cuando vio de nuevo ese gesto.-

- ¿Gatito? -Se sorprendió más de ese nombre que de lo que el demonio llevaba en la mano.- ¿Qué es eso que llevas?

- ¿Esto? Es un helado. Un dulce veraniego. -Como un poco de aquel rosado helado. Sentándose a su lado en el banco.-

- ¿Porque tiene ese color? -Continua preguntando.-

- Porque es de fresa. -Contesto como si fuera lo más obvio del mundo. Pues lo era. Aunque para el ángel no parecía serlo.- ¿Quieres un poco?

- De... ¿Eso? -Estaba dudando, lo de probar cosas buenas, sabia que era bueno... pero... - Vale.. -Contesto con una voz algo infantil. Mientras Crowley le acerco el cucurucho.- ¿Como? 

- Con la lengua... Mira -Se acerco, la cabeza, al cucurucho, dando un pequeño lameton. Enseñándole.-

- Ah... -Le imito. Pero él, se mancho toda la boca.- Este bueno... -Dijo como sorprendido.-

- Te has manchado. -Señalo su labio.-

- ¿Que? -Uso la lengua para limpiarse aquellos restos. Mientras Crowley lo observaba con los labios algo entre abiertos y pensamientos no.. no muy santos. Una vez limpiado sus labios, mira a Crowley.- Oye... -Dice con seriedad.- Mañana... Mañana quiero que hagamos lo que yo quiero... 

- ¿De verdad? Tan poco te gusta todo esto -Le sorprendió aquel encaramiento. Mientras colocaba una de sus manos en la pierna ajena.-

- Y-Yo... -Aquella colocación de la mano lo descoloco un poco.- No... Es divertido... Supongo. Pero quiero hacer por una vez... -Le miro directamente. Con esos azules ojos que tenia. Algo suplicante, tal vez. Esos ojos  a los que Crowley no podía negarse.-

- Esta bien -Suspiro- Mañana haremos... eso que tanto... te gusta. -Una sonrisa ilumino el rostro de Castiel. Y Crowley dibujo una pequeña sonrisa, provocada por la de él.-

[Lo dejo aqui. Que me alargo como los curas.]

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