domingo, 27 de julio de 2014

The song of the rain [MadHook]



Noche perfecta podría decirse. La suave brisa de verano empezaba a correr por Storybrooke. Donde más se notaba aquello era en el muelle de la misma cuidad. Un gran barco se ve a kilómetros de distancia. Un gran mástil, que solo deja guiarse hasta el bello barco, capitaneado por el famoso Capitán Hook. Que no es ni de lejos, como lo pintan en los cuentos. Pero, junto la clima veraniego, aparecen las lluvias que acompañan a la estación. Lluvias impredecibles, suaves a veces. Por suerte esta era una de las suaves.

Las gotas caían sobre la cubierta de ese gran barco que es el Jolly Roger. Las mismas gotas, parecían querer marcar un ritmo propio. Que con la suficiente imaginación podría convertirse en un Song que llevara el lugar de un ritmo lento y compasado. Dentro del Jolly Roger, estaba su capitán. Mas no estaba solo al parecer. Durante las ultimas semanas había dejado su amado barco solo, para vagar por el bosque. O eso cree la gente. Mas, su único objetivo no era vagar por el bosque, cual alma en pena. Sino, atravesar el mismo para llegar a lo que, ahora, lo más importante para él. Tanto había cambiado este bravo pirata, que ya ni bravo, ni pirata parecía. No obstante, en su interior aguardaba aun el corazón de un pirata en busca de aventuras y tesoros. Pero junto a él, todo eso se desvanecía. ¿Que es ese calor que podía sentir? Eso que tiempo ya, sintió una vez. El calor del cariño, del afecto. ''¿Que me esta pasando?'' se preguntaba constantemente. Pero aun por aquella cuestión, no se replanteaba el cambiar aquello por nada. ''¿Es esto tener una familia? ¿Esto sera el afecto? Hasta ahora, para mi, solo era una enfermedad. Y ahora... lo que siento es inigualable e incomparable.'' Cada vez mas preguntas, y menos necesidad de acabar con todo lo que había conseguido hasta aquel momento.

Y aquella noche, aquel día, no era distinto de otros. Tal vez fue... algo que nunca podrá olvidar, ni el Capitán Hook... ni esperemos su acompañante, llamándose este Jefferson, y apodandole El sombrerero loco. Aunque, para nuestro Capitán, lo único de loco que veía en él, era lo que le hacia sentir al ver su sonrisa.

En el camarote, ambos solos, el Sombrerero se quejaba de no poder salir por la lluvia, mientras el Capitán se aseguraba de cubrir las goteras de su gran camarote. ''Cloc, Cloc'' sonaban las gotas contra el fondo de cada cubo. Unos tres o cuatro cubos hicieron falta. Lo que yo hora, llamare, el Song de la rubia. El repiqueteo de las gotas contra el metal que formaba cada cubo, unido al de las gotas que caían en cubierta y sonaban cercanas pero ahogadas, unidos esos ruidos se formo una música que traía al ritmo. Pero el Sombrerero se quejaba de aburrimiento.

- Jefferson, eres peor que Grace. -Sonó la voz del Capitán por todo el camarote, acompañado de un nuevo quejido del Sombrerero.-

- Grace estará con su amiga, divirtiéndose. Y tu ni me haces caso. ¿Para eso vine aquí, maldito manco? -Cerca de su pie, había uno de los cubos, ya llenos, por las goteras. Mirando hacia el lado contrario, le dio un empujoncito con el pie. Derramando todo el agua que este había acumulado.-

- Maldita sea, Jeffeson. -Maldijo por lo Bato el Capitán. Recogiendo el cubo.- ¿Que tal si te dejas de quejidos y escuchas un poco a tu alrededor? -Le aconsejo, pues le era imposible enfadarse con él.-

- Bah. -Dijo molesto Jefferson. El Sombrerero no es precisamente famoso por su paciencia. Pero aun así lo intento. Se tumbo largo en la cama, con las manos en la nuca y los ojos cerrados para agudizar el oído. Al principio no escuchaba nada. Pero finalmente...- ¿Que es eso, Killian?

- Eso, Jeff... Es la más bella música natural que escucharas fuera del bosque. -Y por exagerado, no dejaba de tener razón. El suave viento movía las olas, que generaban un pequeño silbido y un ruido al chocar contra el casco del barco. Las gotas de lluvia seguían cayendo, con mayores y menores intensidades de velocidad. Y los cubos de dentro del camarote, marcaban el ritmo de todo.-

- No esta mal... -Volvió a cerrar los ojos y disfrutar de aquello. Que era, simplemente, un deleite para cualquiera que supiera apreciarlo.-

- Y es más que música, vamos. -Estaba frente a la cama. Con su única mano alzada. Hacia un rato que había cambiado su garfio por una falsa mano con un guante de cuero que la cubría.-

- ¿Qué? -Abrió un ojo para observar aquel movimiento del pirata, que le tentaba a levantarse.- ¿Que quieres hacer, Killian?

- Bailar. ¿No esta claro? -Para él, como no, era lo más obvio del mundo. Bailar con el fondo de la lluvia.- Necesito conservar mi equilibrio ahora que el alcohol no me lo otorga. Y tu me puedes ayudar con esto.

- ¿Que? Capitán Muñón, te recuerdo que yo no se bailar -Se quejo Jefferson, buscando librarse de aquello como fuera.-

- Solo necesitas alguien que te guié, maldito chiflado. Primero que no te hago caso y ahora... 

- Esta bien... -Accedió con poca energía, al principio. Rechazando su mano y levantándose solo.- Que hago.

- Solo seguir mis pasos. -Le agarro con algo de brusquedad. Pero siempre procurando no hacerle daño. Era al ultimo al que deseaba hacer algún tipo de mal. Y con un pequeño empujón. Lo apego a su cuerpo. Con su falsa mano siendo agarrada por la ajena. Y al otra, en su cintura.- Solo tienes que procurar no pisarme. Y guiarte por el ritmo que marcan las gotas de agua. -Comenzó a moverse despacio. Para que Jefferson pudiera pillar la marcha. Aunque este parecía muy perdido. Mirando siempre a sus pies para no pisarle como le había dicho.-

Mientras, Hook sentía como su corazón se aceleraba, con inquietud del mero acto de observarle tan cerca de él. Junto a él, para Hook no existía el tiempo. Ni su problema con el alcohol. Y se olvidaba incluso del mismo. Una semana llevaba sin probar ni gota de ese brebaje que tanto podía animarle, como hundirle en su propio foso. Pero junto a Jefferson nada de eso existía, ni los temblores, ni la necesidad de beber. El mundo entero se paraba, y un segundo significaban años. Una vida juntos pasaba en un solo día, y el anhelo de ver su sonrisa se convertía en su nueva dependencia. Hook guiaba al Sombrerero.

- Jefferson, debes mirar al frente.

- ¿Que? Me has dicho que no te pise. Aclarate. -Le mira finalmente, frunciendo el ceño.-

- Si, pero puedes no pisarme... y mirarme. Pensaba que podrías hacer más cosas a la vez, Sombrerero. -Se burlo un poco, picandole.-

- ¡Oye! Esto lo hago por ti. Pero no es fácil bailar con un manco. -Reprocho el Sombrerero.-

- Vale, Vale. -No podía evitar reír a causa de su respuesta.- Jefferson... -Quería decirle que era lo más importante para él. Que le necesitaba. Pasara lo que pasara, le quería siempre y no podría evitar hacerlo incluso en la peor ocasión. Dijera lo que dijera, deseaba que él permaneciera a su lado... Pero no era capaz de transmitir aquello con palabras.- .. Te quiero. -Fue, de todo, lo único capaz de pronunciar.-

- Ya lo se.. ¿Pasa algo?

- No, para nada. 

Todo esto acabo con el primer pisotón de Jefferson, que hizo que Hook volviera al mundo real de forma algo dolorosa. Por la torpeza del Sombrerero, quien rápidamente se aparto con algo de temor mientras Hook ahogaba un ''¡Maldición!'' junto a algunos improperios más, pues había metido el otro pie, durante el retroceso, en otro de los cubos de agua que había ya llenos.. A lo que Jefferson contesto con una carcajada.

- ¡Deberías haberte visto la cara, Killian! -Jefferson ya no parecía el que se quejaba cada instante de la lluvia, dejándose caer en la cama, de nuevo.-

Mientras Killian, le observaba con algo de enfado, enfado que poco a poco se fue desvaneciendo. Pues ese era el efecto que causaba Jefferson en él. Eso era todo lo que necesitaba. Ni el alcohol, ni las aventuras, ni nada de lo que había tenido hasta ahora, podía darle aquello que Jefferson le regalaba. La felicidad, el amor, el cariño, el calor...


''¿Qué haría yo sin él? Espero nunca tener que descubrirlo''


De repente un ruido fuerte sonó. Y el rostro del Pirata estaba en el suelo. Con las sabanas aun tapándole. El rostro algo blanco, y unos visibles ojos algo rojos. Todo a causa de su semana de abstinencia alcohólica.

- ¿Cuando dejare de soñar... con él? Es una verdadera tortura... -Lo que parecía un sueño, bonito, para él era una pesadilla. Una pesadilla, un recordatorio constante de sus errores, de sus fallos, de todo el daño que, sin quererlo, había causado.-

domingo, 13 de julio de 2014

Love In Summer 3 {Crowstiel}

Era el tercer día que se encontraban ambos. Castiel había intentado por todos los medios, que Crowley accediera a ir con él al campo. Después de largos intentos y muchos argumentos, consiguió que fueran a dar un paseo... pero no al campo.
Crowley gano esta partida, y llevo a Castiel a un paseo por la ciudad. Castiel llevaba, como no, su ya conocida, gabardina. Con el traje debajo, que da calor solo el verle. Mientras que Crowley lucia una camisa completamente blanca. Y unos pantalones, del mismo traje. Caminaban ambas al mismo ritmo. Y casi pegados. Castiel estaba algo confuso con el lugar. Ya que había mucha gente. Y eso, en parte, le agobiaba. En un momento dado, su mano rozo la de Crowley, y en el mismo momento en el que ambos se tocaron. Se miraron. A Crowley no parecía importarle. Pero Castiel musite un ''P-Perdón'' y desde ese momento, Castiel iba con las manos tras la espalda. Y algo sonrojado, mirando al cielo.  Al fin llegaron donde Crowley quería. Una terraza de un bar, donde no había mucha gente. Crowley y Castiel se sentaron el uno frente al otro. Castiel con las manos en las rodillas y algo inquieto.

- C-Crowley... ¿Que hacemos aquí? -Pregunto algo ¿Tímido? Pues después de los últimos días, parecía que pasar tiempo con el demonio se estaba convirtiendo en.. una necesidad... aunque no hicieran cosas que a Castiel le agradaran a primeras.-

- Vamos a hacer cosas de gente normal. Y estar en una terraza es lo mas normal que hay. -Llega el camarero y Crowley mira a Castiel.- Una cerveza, supongo. <<Los gustos de los Winchester>>  Y un whisky. -Crowley siempre en su linea.-

- Oh ¿Gente normal? Quieres decir... Como los Winchester. -Dijo completamente convencido de lo que decía.-

Crowley bufo ante el nombramiento de esos hermanos. Que no mas, recibían burlas por su parte. Les trajeron lo que Crowley pidió. Cerca de su mesa. Había unas señoras. Que los miraban y cuchicheaban cosas. Cosas como ''Mira esos dos hombres juntos y Blah Blah Blah''. Crowley podía escucharlas. Y no le gustaba nada aquello, no por lo que dijeran si no porque parecían las típicas marujas, que no podían vivir sin criticar todo a su alrededor.

- Hey, Castiel. -Quería llamar su atención. Una vez conseguida.- ¿Puedes acercarte? Te quiero decir una cosa. -Castiel, como no, obedeció, con algo de curiosidad. Se levanto un poco para inclinarse sobre la mesa. Llegando a la mitad de esta. Crowley hizo lo mismo. Cogiendo la corbata de Castiel, y dándole un empujón para acercarlo por completo, pegando sus labios a los de él. Y besándolos con deseo. Las mujeres que los vieron empezaron a farfullar muchas cosas, levantándose del asiento y yéndose. En ese momento Crowley se separa de Castiel. Con una sonrisa divertida. Y viendo como se marchaban esas viejas alcahuetas.-

- ¿Q-Qué? -Castiel estaba claramente muy confuso, lo pasado hace escasos segundos había sido tan rápido, que apenas le dio tiempo a reaccionar.- ¿Porque has hecho eso?

- ¿No las has visto? Esas mujeres... Solo buscaba algo de ''Justicia cómica'' -Ríe, pues la cara de aquellas señoras había sido lo mejor del día. Por el momento.-

Castiel miro hacia otro lado, con las mejillas algo sonrojadas. Ya era la segunda vez que le besaba, de esa manera, sin avisar y sin motivo. O bueno, la tercera. Y no le desagradaba, en absoluto, pero le gustaría saber... los motivos y si... era algo mas que.. diversión.
Tras un rato en la terraza. Conversando o mas bien discutiendo de la importancia del Infierno. Tema a tratar en un día de verano *Sarcasmo* Crowley tuvo otra gran idea. La de que Castiel probara lo que es un helado. Por lo que dejo a Castiel esperando en un banco. Mientras él se acercaba a un puesto de helados. Cogiendo un cucurucho, de un sabor concreto *Si. Fresa* Y volvo junto a Castiel. Castiel le miraba con su habitual gesto de confusión.

- No me mires así, gatito. -Le dijo divertido, Crowley, cuando vio de nuevo ese gesto.-

- ¿Gatito? -Se sorprendió más de ese nombre que de lo que el demonio llevaba en la mano.- ¿Qué es eso que llevas?

- ¿Esto? Es un helado. Un dulce veraniego. -Como un poco de aquel rosado helado. Sentándose a su lado en el banco.-

- ¿Porque tiene ese color? -Continua preguntando.-

- Porque es de fresa. -Contesto como si fuera lo más obvio del mundo. Pues lo era. Aunque para el ángel no parecía serlo.- ¿Quieres un poco?

- De... ¿Eso? -Estaba dudando, lo de probar cosas buenas, sabia que era bueno... pero... - Vale.. -Contesto con una voz algo infantil. Mientras Crowley le acerco el cucurucho.- ¿Como? 

- Con la lengua... Mira -Se acerco, la cabeza, al cucurucho, dando un pequeño lameton. Enseñándole.-

- Ah... -Le imito. Pero él, se mancho toda la boca.- Este bueno... -Dijo como sorprendido.-

- Te has manchado. -Señalo su labio.-

- ¿Que? -Uso la lengua para limpiarse aquellos restos. Mientras Crowley lo observaba con los labios algo entre abiertos y pensamientos no.. no muy santos. Una vez limpiado sus labios, mira a Crowley.- Oye... -Dice con seriedad.- Mañana... Mañana quiero que hagamos lo que yo quiero... 

- ¿De verdad? Tan poco te gusta todo esto -Le sorprendió aquel encaramiento. Mientras colocaba una de sus manos en la pierna ajena.-

- Y-Yo... -Aquella colocación de la mano lo descoloco un poco.- No... Es divertido... Supongo. Pero quiero hacer por una vez... -Le miro directamente. Con esos azules ojos que tenia. Algo suplicante, tal vez. Esos ojos  a los que Crowley no podía negarse.-

- Esta bien -Suspiro- Mañana haremos... eso que tanto... te gusta. -Una sonrisa ilumino el rostro de Castiel. Y Crowley dibujo una pequeña sonrisa, provocada por la de él.-

[Lo dejo aqui. Que me alargo como los curas.]

domingo, 6 de julio de 2014

Love in Summer 2 { Crowstiel }

Tras aquel día, Castiel decidió ir algunos días más a ver a Crowley. Con inocentes intenciones, y poniendo la escusa a Dean de que quería ver, solo, el mundo en verano. Las flores que solo se ven en esta época. O los animales que despiertan ahora. Mas, no le dijo que no lo haría solo completamente. Y que antes de ello. Haria unas cosas más, pero sabia que si pronunciaba el nombre contrario, se armaría una buena. Por lo que fue inteligente de callárselo.
El ambiente era demasiado cálido como para estar un día de paseo, por lo que Castiel tuvo que resignarse y aceptar el plan de Crowley, un nuevo día en la piscina. Pero esta vez seria algo distinto. Castiel se planto allí, como siempre. Con su vieja gabardina. Conjuntada por debajo con un traje y una corbata azul.

- Castiel... -Crowley, por el contrario a lo que normalmente era él, no lucia más que un bañador con un peculiar estampado de tridentes. Y se notaba el tiempo en el gimnasio, que había estado.- Veras, un día de piscina. Significa no pasar calor. Y, de por si, me das calor con esas pintas. Por favor. 

- No entiendo que tiene de malo mis... ''Pintas'' -Castiel hizo el gesto de las comillas con los dedos, de forma algo exagerada.- Estoy vestido como siempre... pero tu... -No puede evitar reírse. Pues solo lo vio así, cuando estaba dentro de la piscina.-

- ¿Qué? ¡Asi! Así se va uno a la piscina. -Se acerco lentamente a Castiel, hasta estar justo delante suyo. Y cogerse el mentón.- Uhm. Bien. -Comienza quitándole la gabardina y dejándola a un lado. Luego la chaqueta. La corbata. La camisa. Y los pantalones, dejándole en ropa interior.- Mucho mejor.

- P-Pero... ¡Que haces! -Al ser desvestido por el demonio, Castiel se puso totalmente rojo.-

- Ponerte como deberías haber venido. -Contesto Crowley.- Bueno, con la ropa interior vale.

- P-Pero... ¡Me has desnudado! -Exclama Castiel, aun avergonzado por lo que acababa de suceder.-

- ¿Tu primera vez? Me alegro de haberlo hecho yo. -Comenta divertido Crowley, acercándose ahora a la piscina.- Te dije que te enseñaría a nadar. Vamos.

- Crowley... -Castiel no podía estar más rojo, bajaba la cabeza completamente avergonzado de las palabras del demonio.-

- Oh.. -Coge la mano del ángel, pues este estaba comletamente parado, y así no llegarían a nada. Lo medio tira hacia la piscina. Castiel parecía resistirse.-

- E-Espera... por favor.. Crow. -Abrevio su nombre, estaba algo temeroso de que ocurriera lo de la ultima vez y se hundiera en el agua.-

- No tengas miedo. Mira. -Chasqueo los dedos. Y en la cintura de Castiel apareció uno de esos flotadores con formas de animales, en este caso, de gato.- ¿Mejor? Con esto no te hundiras.

- ¿Que es esto? -Castiel miro confundido aquello que tenia en la cintura. Pero, por alguna razón, le daba mas confianza. Tal vez por lo que le decía el demonio.-

- Es un flotado. ¿Confias en mi? Pues entonces. Metete conmigo al agua. -No había soltado su mano en ningún momento. Esperaba que así, tuviera mas confianza.-

Castiel asintió. Resignandose finalmente. Y acercándose junto a el demonio, poniéndose a su lado. Mirándole y apretando su mano. Después miraba el agua con cierta desconfianza.

- No pasara nada. Confía en mi. A la de una... -Hizo la cuenta atrás, antes de saltar junto a él a la piscina. Y al llegar al tres, ambos saltaron. Metiéndose en el agua. Y Crowley salio a la superficie por si mismo. Mientras Castiel tuvo un pequeño percance. Y el flotador hizo que quedara boca abajo, con el trasero fuera y la cabeza dentro del agua, aun.- ¡Castiel! -Enseguida lo puso derecho.- ¿E-Estas bien? -Castiel tosió un poco antes de poder hablar, pues había tragado algo de agua.-

- Si... -Dijo tosiendo.- No me gusta el agua... -Ahora frotaba con aquel flotador. Pero en realidad no quería llevarlo.- El flotador me molesta...

- Eres como un gato. -Dijo divertido.- Pero sin el te hundes.

- Pero... -Le puso los ojitos de cordero que tanto habían hecho efecto otras veces.-

- Esta bien.. -Chasqueo los dedos y lo hizo desaparecer. Al poco Castiel se estaba hundiendo. Y Crowley se vio obligado, bueno no tanto, a agarrarlo y pegarlo ha él.- ¿Ves?

 - ... -Castiel se abrazo a Crowley, estaba mucho mejor con él, que con el flotador.- Enseñame... 

Crowley enseño a Castiel a nadar.. o bueno, a por lo menos no hundirse cual piedra. Cogiendo sus manos, y enseñándole el movimiento que debía hacer con los brazos. Pegándose a su espalda, y enseñándole a mover las piernas para no hundirse en el agua. Y así pasaron el día. Y, la verdad, Castiel no pareció decepcionado por no haber podido ir de paseo... con el demonio.

sábado, 5 de julio de 2014

Love in Summer {Crowstiel}

Era un día caluroso. A comienzos del verano. Y él se hallaba en la piscina privada de su finca. Tenia un invitado. El sol iluminaba el verde césped y aquel fuerte sol no ayudaba a la próxima situación que vendrá. En el centro de la piscina se ve a alguien moverse. Buceando por lo mas profundo. Y en el otro extremo, y al cual se dirige el hombre que nada en la piscina y el cual luce unos tatuajes en sus brazos, este segundo hombre tiene los pantalones remangados. Con los pies en el agua y balanceándolos mientras lo observa. Y lleva una gabardina puesta, aun por el calor que hace, con una corbata azul.  Cuando aquel hombre que buceaba llega hasta el segundo, sin dejar en ningún momento de bucear, saca la cabeza y sacude su escaso pelo.

-  Podría dedicarme a esto. ¿No crees? -Pasa una mano por su mojado pelo, y se apoya en el borde de la piscina.

- No necesitas respirar, eso seria hacer trampas. -Comenta el segundo hombre, que no había entendido del todo a que se refería. Pero deseaba dejar de estar ahí, callado, moviendo las piernas.-

- Oh, Castiel, le quitas la gracia a todo. -Comenta con algo de burla. Estando sus brazos, apoyados, fuera del agua y mirándole.-

- No... veo la gracia a eso, Crowley. -Castiel frunció el ceño.-

- Uhm... Da igual. -Crowley se movió en el agua, colocándose entre las piernas de Castiel.- Oye, ¿Y si te metes al agua conmigo? -Le pregunto con una sonrisa mirando sus ojos azules, en los cuales siempre se perdía. O como le gustaría perderse con esos ojos, o mejor dicho, con su poseedor. Aunque nunca lo dijera. El mejor verano de su vida, seria pasarlo con él.-

- Crowley... -Sono algo temeroso.- Sabes que no se nadar...

- Yo te enseño. -Estaba decidido a que entrara con él.-

- No tengo bañador... -Seguía poniendo escusas, Castiel no estaba nada seguro de aquello.-

- Da igual... es privada. No nos vera nadie. -Seguía insistiendo.-

- Pero...

- Vamos, Castiel... -Cogió de su corbata para que se acercara a él, agachandolo. Hasta que ambos rostros estaban muy cerca.- Por mi.. -Y sin esperar mucho, unió con lentitud ambos labios, formando un beso, que tenia segundas intenciones.-

- Por... -Antes de acabar de hablar, los labios de Castiel y Crowley se habían unido. Y no lo rechazo. Al contrario. Le respondió agarrando con cuidado su rostro. Y llegando a inclinarse un poco más.-

Crowley empujo un poco mas de Castiel, con sutileza, haciendo que cada vez su equilibrio fuese menor, y al final. Acabo cayendo con él al agua. Fue el único momento en el que sus labios se separaron. Entonces, Castiel, quien aun estaba vestido, empezó a chapotear en el agua. Pues cierto era que no sabia nadar.

- ¡Crowley! -Grito entre enfadado y nervioso Castiel. Quien se empezó a hundir cual piedra en el agua.

- Oh. -Crowley veía aquello con algo de diversión. Sabia que no le pasaría nada. Pero tampoco deseaba que se enfadara con él. Por lo que buceo un poco hasta agarrar a Castiel, la piscina era bastante profunda (Como Jensen de Alta (?)) Y cuando ya lo tuvo. Poco a poco lo saco a la superficie. Pero Castiel no dejaba de moverse nervioso, y eso dificultaba que Crowley lo sacara. A Crowley se le ocurrió algo. Lo agarro de la gabardina, aun dentro del agua por completo, y volvió a besarle. Al sentir sus labios, Castiel pareció relajar todo el cuerpo, solo pensando en... ¿Nada? Solo en el demonio y cuando deseaba aquellos labios. Ambos flotaban en el agua, era como ver ambos cuerpos fusionados, totalmente relajados pero ambos ansiando los labios ajenos. Sin separar ambos labios, hasta no estar completamente en la superficie y llevar a Castiel hasta la orilla.

- Creo que me gusta la piscina... -Dijo con algo de vergüenza Castiel, relamiéndose un poco los labios, aun sabiendo estos a cloro.

- Ya me lo imaginaba, puedes... pasar el verano... aqui... con...migo.

Tras aquello, Crowley y Castiel pasaron un verano juntos. Crowley enseñaba a nadar a Castiel. Y Castiel, le enseñaba a Crowley a apreciar los dones de la naturaleza.

{Tal vez haga otra parte de esto (?) o no. Seguro que si. Esto es exclusivamente para My Cass x) }

viernes, 4 de julio de 2014

Alianza, Alianza y Teletubies {SuperWhoLock}

Una luz tenue iluminaba el dormitorio. Una copa de vino junto a la misma botella que lo contenía. Y una música suave sonaba de fondo. Dos cuerpos yacían en la cama. Uno frente a otro. Completamente vestidos. Pues nada sexual se hallaba en sus actos. Uno de ellos, moreno, con los ojos pardos, cuyo nombre es y siempre será reconocido como el Rey Del Infierno. El otro hombre... No podía verlo bien por la tenue luz.

- Tus ojos deberían ser considerados pecado capital. -Comenta divertido una sensual voz procedente de Crowley.-

- Yo no peco. -Dice el segundo hombre. Que no parecía haber entendido aquel piropo del demonio.-

- ¿Estar conmigo, no es un pecado?

- No se porque debería serlo. -Ambos se acercan el uno al otro. Pegando casi sus labios.- Padre nos dijo que debíamos comprender a todas la criaturas vivas. ¿Estas vivo?

- ¿Uhm? No lo se.. Déjame comprobarlo. -Crowley rozo sus labios con los de aquel hombre. Hasta que ambos se fusionaron. Crowley atrapaba sus labios. Pero no como le gustaría, de manera apasionada, si no más bien con un cariño que nunca había mostrado.- Oh, creo que si estoy vivo, Castiel.

- Entonces puedo también quererte. Como a los humanos. Pues estas vivo. -Y tras decir eso, se coloco encima de Crowley. Volviendo a atrapar sus labios cuando.-

''I like big butts and I can not lie
You other brothers can't deny
That when a girl walks in with an itty bitty waist
And a round thing in your face''


Y Crowley despertó en el sillón de su despacho, a causa del móvil.

- ¿Qué demonios...? Arg... -Maldijo mentalmente que le hubiera interrumpido aquel momento. Y se maldijo a si mismo por querer continuarlo. ¿Castiel? ¿Enserio? Cogió el móvil a desgana el teléfono. Hasta que vio de donde procedía la llamada. ''Jimmy Moriarty''- Oh. -No tardo en responder.- Jimmy.~ ¿En que problemas te has metido ahora, pequeño? -Dijo con total confianza Crowley.-

- Já Já, muy divertido, Crow -Parecían tener mucha confianza.- No. Veras quiero presentarte a alguien...

- ¡Ves, Jimmy! ¡Esto es evolución! -Dijo una segunda voz que se escucho de fondo.-

- Shhh... Espérate, estoy hablando -Jim tapo el altavoz del teléfono. Pero eso no evitaba que se escuchara lo que decía.- Em. Bueno, es un buen amigo. Creo que te puede caer bien y... quiero hablaros a los dos. Sobre una idea que he tenido.

- Jimmy... -Crowley se rasca un poco la cabeza. No solo ante las palabras de aquella voz.- ¿Evolución? Bueno. ¿Quién es?

- Un alien. No me llames loco antes de...

- ¡Un Alien! Como el Doctor... -Murmuro por lo bajo.- ¿Dónde estas? Iré.

- ¡Genial!

Tras eso, Jim, colgó. Y se dirigió a el hombre que antes había hablado. Un hombre rubio, con una especia de túnica o bolsa de patatas, porque con lo mal que estaba.

- ¡Televisores en la tripa! ¡Es increíble!

- Amo, ¿Qué haces viendo... esto? -Dijo la voz de Jim, entre diversión y preocupación por si Crowley asistiría o no.-

- Estoy viendo a la nueva especie. -Dijo Master mientras comía algo que Jim le había dado, tras este quejarse un rato de que quería comida.- ¿De que planeta será?

No tardo en llegar Crowley. Pues solo se había demorado por que... bueno, él era así.

- Hola Jimmy.

- Crow. Mira. Te presento a el Amo. -Señalo al hombre que aun estaba plantado frente a la pantalla de un portátil. Viendo ''Teletubies''.- ¡Ejem! -Tosió con fuerza para que ''The Master'' Le atendiera.-

- Uhm? -Tenia comida en la boca por lo que solo hacia ruiditos hasta tragar sonoramente.- Este es Crowley. Lo imaginaba mas... mas... Mas. -Parecía decepcionado, y eso a Crowley no le gusto nada.-

- ¿Este es el Amo? Nombre arrogante. Apariencia sucia. Modales... Inexistentes. ¿Por qué querrías presentarme a alguien así?

- Veréis. He tenido una gran idea. Para deshacernos de nuestros enemigos. De todos. -Miro simultáneamente a Master y a Crowley.- Cada uno caerá... Si nosotros nos aliamos. Aliens, Demonios, humanos... No es una alianza perfecta. Estamos en una nueva Guerra, invisible para el resto. Y como toda guerra es imprescindible aliarse con los lideres adecuados. Juntos, en una alianza perfecta. ¡Pensadlo bien! ¡Nuestras grandes mentes! Compartiríamos recursos. Y nadie podría con nosotros. -Parecía realmente entusiasmado mientras hablaba. Mientras contaba aquello.-

- ¿Una alianza? -Repitió Crowley, había notado el énfasis de sus palabras. Y volvió la mirada hacia Master, completamente serio. Pasando la lengua por la comisura de sus labios. Y pensando que, tal vez, el despertarle de aquel sueño mereció la pena.-

- Acabar con nuestros enemigos. -De repente, a Master, aquel hombre no le parecía tan ''Poco'' como había dicho. Si conseguían aquello. Miro a Jimmy con una amplia sonrisa. Que le caracterizaba.- ¡El mundo bajo nuestros pies! ¡Y después, todas las Galaxias! -Tal vez estuviera exagerando demasiado.-

- Mentes privilegiadas unidas. ¿Quién podría vencernos? -Dijo finalmente Crowley. Era clara prueba de que aquello... era una gran idea y no podía estar mas de acuerdo. Y Jim parecía igual de motivado.-

- ¡La mejor alianza que ha existido! Entre los tres mas poderosos. Nadie nos chistara.