Volví al fin a casa. Tras tres días en la mas absoluta soledad. Volví a mi cama con mi prometida. Aquella noche intente dormir... Pero nunca se sabe que puede pasar en los sueños.
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De repente aparecí en mitad de un bosque, extrañamente, podía mover las piernas. Estaba claro que aquello no era real, debía de estar soñando.
-¿Otra pesadilla? -Mi voz resonó como un eco seco por todo aquel bosque. Oí cerca el correr del agua u me deje guiar por ese sonido. ¿Qué otra cosa podría hacer? No sabia como despertar. El sonido del agua me llevo a un pequeño estanque de agua cristalina.
-''¡Vamos! Sígueme si puedes'' -Una voz, un tanto infantil y chillona, sonó tras de mi. Era la voz de un niño. Me volví para mirar aunque aun no veía a nadie.
-''Espérame...'' -Sonó otra voz algo mas aguada que la primera, pero igual de infantil. Era una voz de una niña que seguía a la primera voz.
-Oh, pero que... -Pensé cuando vi la figura de un niño acercarse corriendo.
Ambos niños corrían hacia el estanque, y parecían ignorar mi presencia. Tal vez es que no me veían. Tal vez yo solo era un observador. El primer niño apareció de entre los arboles, un chico de estatura media para su edad, pelo corto y pelirrojo y unos ojos verdes esmeralda que en ese momento parecían mas brillantes que nunca. Y corría por el bosque como si se hubiera criado desde pequeño en aquellos bosques.
-''Fergus, espérame. Yo no soy tan rápida como tú'' -Dijo la segunda voz cuya poseedora apareció pocos segundos después del primer niño. Una chica de la misma edad, con los ojos azules como el agua del estanque, morena y que corría algo exhausta persiguiendo al primero.
-¿Fergus? -Mis dudas se despejaron en aquel momento. Aquel niño que ahora jugaba en la orilla del estanque... ese... Era yo. Era mi yo humano y infantil. Conocía ese lugar, ese estanque, ese bosque... estaba reviviendo uno de esos recuerdos que quedaron en la nada.
-''¡Mikka!'' -Mi yo joven llamo con energía a la chica. Tras quitarse los zapatos, desgastados y viejos, y meterse en el agua.
¿M-Mikka? Mikka... aquella era... Mikka... no, no podía ser. Sabia que no era real, pero algo en mi interior hizo que mi pecho me doliera. Una presión que no pude soportar. Quise irme de aquel lugar. Me gire para no ver a los dos niños que ahora jugaban juntos y felices. Y en dos segundos el entorno cambio, del verde vivo de los bosques, a el marrón de la madera de una cabaña.
-Oh, no... -Reconocí aquel lugar al instante. Era mi vieja guarida, donde escapaba de mis problemas cuando era humano.
Y de nuevo dos jóvenes leían unos, para mi ya viejos, comic. Reían casi al unísono por cada pagina leída. Y de repente, como si el tiempo solo avanzara para ellos, vi como ambos crecían. Como el joven Fergus cambiaba de metabolismo, y como la joven Mikka se convertía en lo mas parecido a una mujer. Como pasaron de la amistad mas fuerte, a darse su primer beso. Como Mikka curaba mis... sus heridas tras una de las brutales palizas del que era mi padre en esos tiempos, por negarse a ser un mediocre sastre. Como con el mayor mimo, la muchacha curaba sus heridas. Como se miraban el uno al otro. Aquel día en el que Mikka hizo un dibujo de ambos juntos y como Fergus los colgaba en la pared de lo que se había convertido en su lugar favorito. La noche que se quedaron dormidos juntos en aquel lugar, La primera vez que... Yo estaba paralizado, pero en aquel ultimo recuerdo, no quise mirar no, conseguí darme media vuelta y salir por la puerta. Pero en vez de volver al bosque... Me encontré en un cementerio, frente a una Lapida en la cual se leía con claridad:
Mikkara McLaughlin [1661-1681]
No pude moverme, no podía hacer nada, me encontraba de nuevo paralizado ante aquella escena
-No, no, no, otra vez no. Esto no puede estar pasando -Me negué a aceptar aquella escena. Aunque sabia que era algo real, algo que había ocurrido. Uno de mis recuerdos visto desde fuera. El joven Fergus frente a la lapida... llorando desconsolado. Quise consolarlo, quise consolarme de aquello... pero no pude.
Busque despertarme, salir de allí. Y de nuevo me volví y aparecí en otra escena igual de conocida. Estaba en mi mansión, la cual relucía tan hermosa como de costumbre. Ya no eran escombros. ¿Seguía soñando? Tenia que seguir soñando porque de repente un perro del infierno salto hacia mi, caí al suelo.
-¡Growley! -No pude contenerme al reconocer al perro que se había abalanzado cariñosamente a mi. Era mi perro, mi fiel amigo. El que creía muerto. No pude contenerme y lo abrace con fuerza. Lo echaba de menos. Y me sentí feliz. ¿Seguía en una pesadilla?
Estaba feliz, hasta que algo cambio. Note algo húmedo en mi pecho. Y cuando observe mi pecho... vi.. una gran mancha de sangre en mi ropa que se entendía por todo mi cuerpo.
-¡NO! -Grite y aparte al perro de mi, observando como una gran raja atravesaba todo el estomago del animal. Mis manos, mi cuerpo estaba manchado de su sangre, la sangre de mi fiel amigo- No, por favor, basta... -Me arrodille ante mi viejo amigo. Me rogué a mi mismo para despertar. No quería ver mas. Empecé a notar mis ojos húmedos.
Todo dio vueltas a mi alrededor, y ya no me encontraba de rodillas ante mi muerto amigo. Pero aun conservaba las manchas de sangre en mi ropa. Aquel era un recuerdo aun mas cercano, Crowley, mi hermano, estaba sentado frente a mi y yo lo observaba con unos ojos que expresaban miedo. Mis ojos observaban la herida sangrante en el estomago de Crowley. Una herida abierta que no paraba de sangrar. Y yo, tan débil como siempre, no podía hacer nada. Soy débil siempre lo seré...
-¡Basta ya! -Grite y todo se volvió oscuro.
Y de pronto desperté. En la cama junto a Castiel Estaba sudando y mire mis manos que no estaban cubiertas de sangre. Pero yo seguía sintiendo el correr de la sangre en mi piel.
''Todo a sido un mal sueño, Fergus, duerme tranquilo'' -Resonó en mi cabeza como una voz dulce y cercana que me envolvía.
-Mikka... yo... -Tuve la necesidad de contestar.
En mi mente apareció una joven Mikka, tal y como la recordaba. Frente a mi. Como un recuerdo lejano. Todo era oscuridad a mi alrededor, solo ella y yo.
''Mira a tu alrededor, la gente que se preocupa por ti, les importar. Aun no es tarde. Puedes enmendar tus errores. Debes seguir adelante. Tienes a quienes te apoyan y te quieren. Ahora si''
-Mikka... lo siento, soy un estúpido -Dije, y mi voz... mi voz pareció la de ese joven que jugaba despreocupado en el estanque.
''Sssh... se que no eres así. No te rindas. Duerme tranquilo, con la gente que te quiere'' -Fue lo ultimo que escuche.
Y como si aquella voz me acariciara y me guiara a lo mas profundo de mis propios y hermosos sueños. Me dormí y aquella noche no hubo mas pesadillas.
''Descansa, no fue culta tuya, duerme''
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