He aquí los dos hermanos. Pongámonos en situación. Tarde de Domingo, un domingo aburrido y, para mejorarlo, lluvioso. Y Fergus, después de recibir un par de amenazas por parte de Crowley al encontrarlo jugando en el baño con el papel higiénico [Y pa' los mal pensaos ya lo podéis borrar de vuestra pervertida mente (?)], ahora estaba en el salón. Sentado de una peculiar manera en el sillón. Una peculiar e infantil manera. ¿Sabéis como se sentaría toda persona normal? Pues como ya sabemos que Fergus no es normal... Se puso haciendo el pino en el sillón, su pelo caía por el bajo del sillón sin llegar a tocar el suelo, al igual que su cabeza colgaba por el mismo sitio y sus piernas se encontraban en el respaldo. Mientras con sus pequeñas manitas agarraba el mando de la televisión. Cada 56 segundo cambiaba de canal. Pulsando los botones al azar. Tras un largo rato de no encontrar que ver... Echa sus piernas hacia delante y dando una pequeña voltereta, queda sentado en el suelo. Algo mareado por el echo de haber estado tanto tiempo haciendo el pino.
- Ay, Ay, Ay -Fergus estaba muy mareado, sacudió la cabeza un par de veces para recomponerse y cuando al fin pudo hacer que sus piernecitas se mantuvieran en el suelo, mas o menos quietas, se levanto- Me aburro
Medio bailando pero sin hacer el menos ruido, puesto que no quería que se notara su presencia. Llego a la puerta de donde Crowley había estado todo el día metido. Con el mayor de los sigilos, abrió la puerta y entro dentro sin que se notara su presencia. Dejando la puerta entre abierta, se arrastro por el suelo para no ser visto. Crowley estaba de espaldas a la puerta, centrado en un libro de textos antiguos en latín, que a Fergus mas bien le parecía Elfico o algo por el estilo. Se oían las gotas de lluvia chocar contra la ventana que estaba justo enfrente del escritorio donde estaba Crowley.
- TicoTicoTi -Fergus rodo, bueno literalmente hizo la croqueta por el suelo hasta llegar al otro lado de habitación. Pero esta vez si hizo ruido y su hermano se percato de aquello.
- ¡Fergus basta de hacer el idiota! -Se volvió en el asiento y al ver la puerta entre abierta soltó un bufido frustrado. Se levanto para cerrarla de nuevo. A lo que Fergus aprovecho que estaba de espaldas a el para meterse en aquel hueco del escritorio que siempre queda para meter los pies-
Fergus permaneció en silencio, mientras que Crowley volvió a su posición inicial. Sin despegar los ojos de aquel libro que parecía estar traduciendo. Lo que Fergus quería era darle un pequeño susto a su hermano. Estaba a punto de saltarle encima cuando algo lo asusto. Un fuerte y ruidoso rayo pareció haber caído cerca. De tal susto que se llevo Fergus se golpeo la cabeza con el escritorio que tenia justo encima. Causando un gran estruendo que ayudo a Crowley a descubrir a Fergus. Aquello vino seguido de un ligero llanto procedente también del pequeño Fergus que ahora estaba asustado por culpa del rayo y dolorido por el golpe.
- Pero que... -Aparto la silla y pudo ver a Fergus encogido, agarrándose la cabeza y sollozando sonoramente. Casi se oían mas su sollozos que la propia tempestad.- Sal de ahí ahora mismo. -Ordeno autoritario-
Fergus se negó a salir de aquel hueco. Por cada rayo que se oía, se encogía un poco mas en si mismo. Ya al tercer rayo, Fergus se olvido del dolor de la cabeza. Estaba asustado y con cada rayo se asustaba aun más.
- Me vas a decir que te asustan los rayos, de verdad Fergusín, como puedes ser tan cobarde -Crowley miraba a Fergus, una mirada que estaba lejos de ser autoritaria o enfadada. Una mirada que decía claramente ''No tiene remedio''-
- P-Pero... los ra... -Sonó otro, que cada vez era mas fuerte. Y Fergus escondió su rostro entre las piernas y empezó a temblar-
- Vamos, sal -Con ambas manos, pero con dificultad dado que parecía haberse aferrado a la pata del escritorio, saco a Fergus de ahí abajo y lo sentó en el escritorio /con su pequeño tamaño/- No seas cobarde, los rayos no te harán nada.-
- P-Pero suena muy fuerte... y la luz... y parece estar encima de mi.. y... -De nuevo lo interrumpió otro rayo igual de fuerte que el anterior. Como acto reflejo abrazo a Crowley por el cuello. Volviendo a temblar-
- Venga, Venga... Ya esta. -Crowley le dio unas palmaditas en la espalda a Fergus para que espabilara-
- Tengo miedo, hermano -Confeso el pequeño aun abrazado a su hermano mayor, parecía sentirse mas seguro así-
- No tienes remedio, chiquitín -Suspiro pesadamente al notar que parecía no estar por la labor de soltarle- Si te digo que yo te protejo de esos rayos... ¿Estarás mas tranquilo?
- Tal vez... -Dijo con cierto tono tímido, mientras se ocultaba en la chaqueta de Crowley-
- Esta bien -Volvió a suspirar pesadamente, apartando a Fergus de su cuello para mirarle bien- Mientras yo este aquí, ningún rayo te tocara, Fergusín
- ¿De verdad? -Le miro con ojos húmedos. E instantes después lo volvía a abrazar. Sintiendo que ni el mas fuerte de los rayos le podría hacer daño mientras permaneciera con su hermano-
viernes, 28 de marzo de 2014
jueves, 27 de marzo de 2014
El Pasado de Fergus {Parte 2}
Corríamos por el bosque, podía parecer una tarde como otra cualquiera. Pero no lo era. No porque... Bueno...
Mikka y yo teníamos 13 años. A aquella edad empezamos a competir por todo. Siempre había un choque por el que debíamos decidir quien era el mejor. Creo que por eso éramos tan buenos amigos. Nos conocíamos desde que éramos muy pequeños y cuando éramos mas pequeños yo destacaba claramente en cualquier actividad física. Oh, pero eso fue cambiando con la edad. Cuanto mas crecía ella, mas cerca estaba de mi. Hacíamos carreras por el bosque a ver quien llegaba antes al estanque que estaba justo en el centro del bosque.
- ¡Vamos, Ace, te estas quedando atrás! -Grito Mikka echando la cabeza hacia atrás, gritándole a alguien que al parecer los seguía a larga distancia. Yo, como es común en mi, aproveche esa distracción para adelantar a Mikka- Ey! Eso no vale -Y ella me alcanzo de nuevo. Era... bueno... mi mejor amiga.
- De trampa nada... el mas rápido gana -Dijo mi joven yo, medio riendo, mientras le sacaba un par de zancadas a Mikka.
¿Quién iba tras de nosotros? Un chaval, que era mas joven que nosotros. Ace Campbell. Un chico de unos 11 años. Que se había trasladado al pueblo desde Londres. Un chaval algo blandengue y poco formado. Había llevado una vida acomodada en la Ciudad, eso decíamos nosotros. Y no se le daba muy bien los esfuerzos físicos, como correr. Era un chico mas bien bajito, rubio y con los ojos tan negros como el carbón. Tengo que admitir que tal vez mi pase un poco con el de pequeños, solía gastarle muchas bromas por lo inocente que era. Pero también tengo que admitir que lo quería como si fuese mi hermano pequeño. Mas de una vez me meta en problemas por defenderle. Pero ¿Para que están los amigos?
-Espe... rad...me -Dijo cansado Ace que no podía seguirnos el ritmo-
Mikka y yo nos miramos casi a la vez. Y como si tuviéramos comunicación mental. Ambos bajamos el ritmo con el que corríamos. Y dejamos que Ace se pusiera a nuestra altura. Aunque había una razón mayor para que corriésemos a esa velocidad. Como ya he dicho nos metíamos en líos. Y creo que este fue el peor, al menos para mi por lo que me conllevo.
Era un día de verano. De esos en los que te encuentras sin saber que hacer, aburrido con tus amigos. Y que uno de ellos de repente se le enciende una lucecita en la cabeza. Si. Ese era yo. Se me ocurrió una idea para no aburrirnos tanto. Cerca de casa de Mikka había una granja, con todo tipo de animales. A mi me llama mas la atención aquellas vacas tan tranquilas pastando. Y... creo que mi mente había leído demasiados comic. Por que aquellas vacas me parecieron una atracción de feria. Mikka enseguida acepto, al parecer le resultaba tan divertido como a mi. Pero Ace, el pequeño Ace... El pequeño Ace no parecía pensar igual que nosotros.
- Vamos, Ace. Nunca has querido montar en una vaca. -Si, esa era la idea. En su momento me pareció divertida. Me balanceaba en una de las vallas que separaba el terreno de los campesinos.
- N-Nos meteremos en líos... -El pequeño Ace, eso era para nosotros. Tímido, cauto, aburrido para nuestra loca mentalidad infantil. Por aquel entonces aun éramos felices.
- Tranquilo Ace, si no quieres, no tienes que venir con nosotros. Vamos Fergus. -Sin duda una de las inteligentes estrategias psicológicas para convencer a nuestro pequeño amigo de parte de Mikka.
- Claro, vamos -Di un salto para bajar de la valla- Nos vemos mañana, Acy -Así le llama yo, de forma cariñosa.
- E-Esperad... no.. -Y como era normal, el pequeño Ace nos siguió a Mikka y a mi. Siempre era igual. Tal vez éramos demasiada mala influencia, aunque por entonces nos parecía todo muy divertido
Llegamos a la pequeña y humilde granja, no tardamos demasiado. Y nos subimos a la cerca que vallaba a las vacas, que pastaban por el lugar. Había de muchos tamaños. Jóvenes vacas de nuestra altura. Y grandes vacas que imponían un respeto... por no decir otra cosa. Yo como siempre pensaba a lo grande. ¿Por que elegir esas pequeñas cosas tan fáciles de manejar si tengo a estos grandes animales enfrente?
- ¡Ace, vigila! -Salte la valla sin esperar respuesta. Y despacio, muy muy despacio me acerque a el animal mas grande. Como si fuera un tigre, tenia un objetivo, y me acercaba despacio.
- Fergus... -Pude oír a Mikka decir mi nombre, pero hice de oídos sordos. Tenia estaba ya al lado del gran animal cuando...
- ¡¡FERGUS RODERICK MCLEOD!! -Oí gritar y enseguida reconocí la voz... la voz de mi padre.
De espaldas a el mi cara era un total ''Mierda''. Me gire despacio y comprobé lo que ya sabia. Mi padre estaba enfadado junto al dueño de la granja que parecía tan afable como siempre. Mi rostro palideció. No os podéis ni imaginar lo que me podría hacer si me cogía... y mas en aquella situación. ¿Qué hice? Si, claro, me entregue sin luchar. ¡Ni de broma! Mire a los que ahora eran mis cómplices. Mikka me entendió enseguida tanto que cogió del brazo a Ace.
- ¡YA! -Grite y salí corriendo entre las vacas, mientras Mikka semi arrastraba a Ace para que correrá tras de ella. Los tres desaparecimos de la vista de los adultos. Sabíamos que el granjero no nos haría nada. Nos conocía y solíamos jugar con sus animales. Pero mi padre era otra cosa.
Corrimos hacia el bosque y cuando creímos que no nos alcanzarían. Aunque dudo que intentaran ir tras nosotros, mi padre puede hablar mucho. Pero es un vago. Yo ya sabia que no podría volver a casa. Al menos esta noche no. Y sabia que ninguno de mis amigos me podrían acoger como prisionero que se ha fugado del guardia de turno. En el estanque de siempre, intentamos pensar en que hacer. No quería llevarme una paliza... nunca quería... pero sabia que era lo que me esteraba. Y la mejor idea que se nos podría haber ocurrido, vino de quien menos esperábamos.
- Podríamos hacer una casa en un árbol -Dijo con timidez, Ace. Mikka y yo de nuevo intercambiamos miradas.
- ¡¡Es una gran idea!! -Dijimos al unísono como si lo hubiéramos ensayado. Pero luego Mikka le dio un beso en la mejilla que a mi no me gusto nada. ¿Celos? Que va... que va... solo que era... Bueno dejémoslo.
Empezó ''La construcción de la guarida'' Si... cogimos madera seca de una construcción que se estaba haciendo en el pueblo... Mejor dicho ''La cogimos prestada'' aunque no pensábamos devolverla. Mientras ellos iban buscando materiales por el pueblo yo buscaba un árbol adecuado. Y obvio que lo encontré, nadie conocía ese bosque como yo. Un gran roble. Que aguantaría la peor de las tormentas. Mikka le robo algunas herramientas a su padre, que era carpintero. Y Ace consiguió algunas cuerdas que nos serian útiles.
Y así comenzó. Tras varios hinchazones de dedo. Por que nunca habíamos usado ni clavos ni martillos. Unas cuantas caídas. Y un par de chichones. ¡Listo! Esa seria nuestra guarida. He de decir que no era nada del otro mundo. Pero, para mi, seria mi hogar.
- ¡¡Esperad!! Falta algo -Exclame y me quede mirando dubitativo el tronco del árbol- ¡Ya esta! Tenemos que grabarlo como nuestro -Concluí y una sonrisa infantil y divertida apareció como de la nada en mis labios. Una sonrisa que mis amigos compartieron. Bueno cada uno puso su firma en aquel tronco con unos clavos, como meramente podíamos.
''Guarida de Ace, Mikka y Fergus''
Y eso. Eso hoy, tras tantos siglos... aun permanece en ese tronco. Como un recuerdo imborrable de lo que es... la verdadera amistad.
Mikka, Ace... Donde estáis. Cuando deje que os fuerais.
Mikka y yo teníamos 13 años. A aquella edad empezamos a competir por todo. Siempre había un choque por el que debíamos decidir quien era el mejor. Creo que por eso éramos tan buenos amigos. Nos conocíamos desde que éramos muy pequeños y cuando éramos mas pequeños yo destacaba claramente en cualquier actividad física. Oh, pero eso fue cambiando con la edad. Cuanto mas crecía ella, mas cerca estaba de mi. Hacíamos carreras por el bosque a ver quien llegaba antes al estanque que estaba justo en el centro del bosque.
- ¡Vamos, Ace, te estas quedando atrás! -Grito Mikka echando la cabeza hacia atrás, gritándole a alguien que al parecer los seguía a larga distancia. Yo, como es común en mi, aproveche esa distracción para adelantar a Mikka- Ey! Eso no vale -Y ella me alcanzo de nuevo. Era... bueno... mi mejor amiga.
- De trampa nada... el mas rápido gana -Dijo mi joven yo, medio riendo, mientras le sacaba un par de zancadas a Mikka.
¿Quién iba tras de nosotros? Un chaval, que era mas joven que nosotros. Ace Campbell. Un chico de unos 11 años. Que se había trasladado al pueblo desde Londres. Un chaval algo blandengue y poco formado. Había llevado una vida acomodada en la Ciudad, eso decíamos nosotros. Y no se le daba muy bien los esfuerzos físicos, como correr. Era un chico mas bien bajito, rubio y con los ojos tan negros como el carbón. Tengo que admitir que tal vez mi pase un poco con el de pequeños, solía gastarle muchas bromas por lo inocente que era. Pero también tengo que admitir que lo quería como si fuese mi hermano pequeño. Mas de una vez me meta en problemas por defenderle. Pero ¿Para que están los amigos?
-Espe... rad...me -Dijo cansado Ace que no podía seguirnos el ritmo-
Mikka y yo nos miramos casi a la vez. Y como si tuviéramos comunicación mental. Ambos bajamos el ritmo con el que corríamos. Y dejamos que Ace se pusiera a nuestra altura. Aunque había una razón mayor para que corriésemos a esa velocidad. Como ya he dicho nos metíamos en líos. Y creo que este fue el peor, al menos para mi por lo que me conllevo.
Era un día de verano. De esos en los que te encuentras sin saber que hacer, aburrido con tus amigos. Y que uno de ellos de repente se le enciende una lucecita en la cabeza. Si. Ese era yo. Se me ocurrió una idea para no aburrirnos tanto. Cerca de casa de Mikka había una granja, con todo tipo de animales. A mi me llama mas la atención aquellas vacas tan tranquilas pastando. Y... creo que mi mente había leído demasiados comic. Por que aquellas vacas me parecieron una atracción de feria. Mikka enseguida acepto, al parecer le resultaba tan divertido como a mi. Pero Ace, el pequeño Ace... El pequeño Ace no parecía pensar igual que nosotros.
- Vamos, Ace. Nunca has querido montar en una vaca. -Si, esa era la idea. En su momento me pareció divertida. Me balanceaba en una de las vallas que separaba el terreno de los campesinos.
- N-Nos meteremos en líos... -El pequeño Ace, eso era para nosotros. Tímido, cauto, aburrido para nuestra loca mentalidad infantil. Por aquel entonces aun éramos felices.
- Tranquilo Ace, si no quieres, no tienes que venir con nosotros. Vamos Fergus. -Sin duda una de las inteligentes estrategias psicológicas para convencer a nuestro pequeño amigo de parte de Mikka.
- Claro, vamos -Di un salto para bajar de la valla- Nos vemos mañana, Acy -Así le llama yo, de forma cariñosa.
- E-Esperad... no.. -Y como era normal, el pequeño Ace nos siguió a Mikka y a mi. Siempre era igual. Tal vez éramos demasiada mala influencia, aunque por entonces nos parecía todo muy divertido
Llegamos a la pequeña y humilde granja, no tardamos demasiado. Y nos subimos a la cerca que vallaba a las vacas, que pastaban por el lugar. Había de muchos tamaños. Jóvenes vacas de nuestra altura. Y grandes vacas que imponían un respeto... por no decir otra cosa. Yo como siempre pensaba a lo grande. ¿Por que elegir esas pequeñas cosas tan fáciles de manejar si tengo a estos grandes animales enfrente?
- ¡Ace, vigila! -Salte la valla sin esperar respuesta. Y despacio, muy muy despacio me acerque a el animal mas grande. Como si fuera un tigre, tenia un objetivo, y me acercaba despacio.
- Fergus... -Pude oír a Mikka decir mi nombre, pero hice de oídos sordos. Tenia estaba ya al lado del gran animal cuando...
- ¡¡FERGUS RODERICK MCLEOD!! -Oí gritar y enseguida reconocí la voz... la voz de mi padre.
De espaldas a el mi cara era un total ''Mierda''. Me gire despacio y comprobé lo que ya sabia. Mi padre estaba enfadado junto al dueño de la granja que parecía tan afable como siempre. Mi rostro palideció. No os podéis ni imaginar lo que me podría hacer si me cogía... y mas en aquella situación. ¿Qué hice? Si, claro, me entregue sin luchar. ¡Ni de broma! Mire a los que ahora eran mis cómplices. Mikka me entendió enseguida tanto que cogió del brazo a Ace.
- ¡YA! -Grite y salí corriendo entre las vacas, mientras Mikka semi arrastraba a Ace para que correrá tras de ella. Los tres desaparecimos de la vista de los adultos. Sabíamos que el granjero no nos haría nada. Nos conocía y solíamos jugar con sus animales. Pero mi padre era otra cosa.
Corrimos hacia el bosque y cuando creímos que no nos alcanzarían. Aunque dudo que intentaran ir tras nosotros, mi padre puede hablar mucho. Pero es un vago. Yo ya sabia que no podría volver a casa. Al menos esta noche no. Y sabia que ninguno de mis amigos me podrían acoger como prisionero que se ha fugado del guardia de turno. En el estanque de siempre, intentamos pensar en que hacer. No quería llevarme una paliza... nunca quería... pero sabia que era lo que me esteraba. Y la mejor idea que se nos podría haber ocurrido, vino de quien menos esperábamos.
- Podríamos hacer una casa en un árbol -Dijo con timidez, Ace. Mikka y yo de nuevo intercambiamos miradas.
- ¡¡Es una gran idea!! -Dijimos al unísono como si lo hubiéramos ensayado. Pero luego Mikka le dio un beso en la mejilla que a mi no me gusto nada. ¿Celos? Que va... que va... solo que era... Bueno dejémoslo.
Empezó ''La construcción de la guarida'' Si... cogimos madera seca de una construcción que se estaba haciendo en el pueblo... Mejor dicho ''La cogimos prestada'' aunque no pensábamos devolverla. Mientras ellos iban buscando materiales por el pueblo yo buscaba un árbol adecuado. Y obvio que lo encontré, nadie conocía ese bosque como yo. Un gran roble. Que aguantaría la peor de las tormentas. Mikka le robo algunas herramientas a su padre, que era carpintero. Y Ace consiguió algunas cuerdas que nos serian útiles.
Y así comenzó. Tras varios hinchazones de dedo. Por que nunca habíamos usado ni clavos ni martillos. Unas cuantas caídas. Y un par de chichones. ¡Listo! Esa seria nuestra guarida. He de decir que no era nada del otro mundo. Pero, para mi, seria mi hogar.
- ¡¡Esperad!! Falta algo -Exclame y me quede mirando dubitativo el tronco del árbol- ¡Ya esta! Tenemos que grabarlo como nuestro -Concluí y una sonrisa infantil y divertida apareció como de la nada en mis labios. Una sonrisa que mis amigos compartieron. Bueno cada uno puso su firma en aquel tronco con unos clavos, como meramente podíamos.
''Guarida de Ace, Mikka y Fergus''
Y eso. Eso hoy, tras tantos siglos... aun permanece en ese tronco. Como un recuerdo imborrable de lo que es... la verdadera amistad.
Mikka, Ace... Donde estáis. Cuando deje que os fuerais.
El Pasado de Fergus {Parte 1}
Volví al fin a casa. Tras tres días en la mas absoluta soledad. Volví a mi cama con mi prometida. Aquella noche intente dormir... Pero nunca se sabe que puede pasar en los sueños.
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De repente aparecí en mitad de un bosque, extrañamente, podía mover las piernas. Estaba claro que aquello no era real, debía de estar soñando.
- ¿Otra pesadilla? -Mi voz resonó como un eco seco por todo aquel bosque. Oí cerca el correr del agua u me deje guiar por ese sonido. ¿Qué otra cosa podría hacer? No sabia como despertar. El sonido del agua me llevo a un pequeño estanque de agua cristalina.
-''¡Vamos! Sígueme si puedes'' -Una voz, un tanto infantil y chillona, sonó tras de mi. Era la voz de un niño. Me volví para mirar aunque aun no veía a nadie.
- ''Espérame...'' -Sonó otra voz algo mas aguada que la primera, pero igual de infantil. Era una voz de una niña que seguía a la primera voz.
-Oh, pero que... -Pensé cuando vi la figura de un niño acercarse corriendo.
Ambos niños corrían hacia el estanque, y parecían ignorar mi presencia. Tal vez es que no me veían. Tal vez yo solo era un observador. El primer niño apareció de entre los arboles, un chico de estatura media para su edad, pelo corto y pelirrojo y unos ojos verdes esmeralda que en ese momento parecían mas brillantes que nunca. Y corría por el bosque como si se hubiera criado desde pequeño en aquellos bosques.
-''Fergus, espérame. Yo no soy tan rápida como tú'' -Dijo la segunda voz cuya poseedora apareció pocos segundos después del primer niño. Una chica de la misma edad, con los ojos azules como el agua del estanque, morena y que corría algo exhausta persiguiendo al primero.
- ¿Fergus? -Mis dudas se despejaron en aquel momento. Aquel niño que ahora jugaba en la orilla del estanque... ese... Era yo. Era mi yo humano y infantil. Conocía ese lugar, ese estanque, ese bosque... estaba reviviendo uno de esos recuerdos que quedaron en la nada.
-''¡Mikka!'' -Mi yo joven llamo con energía a la chica. Tras quitarse los zapatos, desgastados y viejos, y meterse en el agua.
¿M-Mikka? Mikka... aquella era... Mikka... no, no podía ser. Sabia que no era real, pero algo en mi interior hizo que mi pecho me doliera. Una presión que no pude soportar. Quise irme de aquel lugar. Me gire para no ver a los dos niños que ahora jugaban juntos y felices. Y en dos segundos el entorno cambio, del verde vivo de los bosques, a el marrón de la madera de una cabaña.
- Oh, no... -Reconocí aquel lugar al instante. Era mi vieja guarida, donde escapaba de mis problemas cuando era humano.
Y de nuevo dos jóvenes leían unos, para mi ya viejos, comic. Reían casi al unísono por cada pagina leída. Y de repente, como si el tiempo solo avanzara para ellos, vi como ambos crecían. Como el joven Fergus cambiaba de metabolismo, y como la joven Mikka se convertía en lo mas parecido a una mujer. Como pasaron de la
Mikkara McLaughlin [1661-1681]
No pude moverme, no podía hacer nada, me encontraba de nuevo paralizado ante aquella escena
- No, no, no, otra vez no. Esto no puede estar pasando -Me negué a aceptar aquella escena. Aunque sabia que era algo real, algo que había ocurrido. Uno de mis recuerdos visto desde fuera. El joven Fergus frente a la lapida... llorando desconsolado. Quise consolarlo, quise consolarme de aquello... pero no pude.
Busque despertarme, salir de allí. Y de nuevo me volví y aparecí en otra escena igual de conocida. Estaba en mi mansión, la cual relucía tan hermosa como de costumbre. Ya no eran escombros. ¿Seguía soñando? Tenia que seguir soñando porque de repente un perro del infierno salto hacia mi, caí al suelo.
- ¡Growley! -No pude contenerme al reconocer al perro que se había abalanzado cariñosamente a mi. Era mi perro, mi fiel amigo. El que creía muerto. No pude contenerme y lo abrace con fuerza. Lo echaba de menos. Y me sentí feliz. ¿Seguía en una pesadilla?
Estaba feliz, hasta que algo cambio. Note algo húmedo en mi pecho. Y cuando observe mi pecho... vi.. una gran mancha de sangre en mi ropa que se entendía por todo mi cuerpo.
- ¡NO! -Grite y aparte al perro de mi, observando como una gran raja atravesaba todo el estomago del animal. Mis manos, mi cuerpo estaba manchado de su sangre, la sangre de mi fiel amigo- No, por favor, basta... -Me arrodille ante mi viejo amigo. Me rogué a mi mismo para despertar. No quería ver mas. Empecé a notar mis ojos húmedos.
Todo dio vueltas a mi alrededor, y ya no me encontraba de rodillas ante mi muerto amigo. Pero aun conservaba las manchas de sangre en mi ropa. Aquel era un recuerdo aun mas cercano, Crowley, mi hermano, estaba sentado frente a mi y yo lo observaba con unos ojos que expresaban miedo. Mis ojos observaban la herida sangrante en el estomago de Crowley. Una herida abierta que no paraba de sangrar. Y yo, tan débil como siempre, no podía hacer nada. Soy débil siempre lo seré...
- ¡Basta ya! -Grite y todo se volvió oscuro.
Y de pronto desperté. En la cama junto a Castiel Estaba sudando y mire mis manos que no estaban cubiertas de sangre. Pero yo seguía sintiendo el correr de la sangre en mi piel.
''Todo a sido un mal sueño, Fergus, duerme tranquilo'' -Resonó en mi cabeza como una voz dulce y cercana que me envolvía.
-Mikka... yo... -Tuve la necesidad de contestar.
En mi mente apareció una joven Mikka, tal y como la recordaba. Frente a mi. Como un recuerdo lejano. Todo era oscuridad a mi alrededor, solo ella y yo.
''Mira a tu alrededor, la gente que se preocupa por ti, les importar. Aun no es tarde. Puedes enmendar tus errores. Debes seguir adelante. Tienes a quienes te apoyan y te quieren. Ahora si''
- Mikka... lo siento, soy un estúpido -Dije, y mi voz... mi voz pareció la de ese joven que jugaba despreocupado en el estanque.
''Sssh... se que no eres así. No te rindas. Duerme tranquilo, con la gente que te quiere'' -Fue lo ultimo que escuche.
Y como si aquella voz me acariciara y me guiara a lo mas profundo de mis propios y hermosos sueños. Me dormí y aquella noche no hubo mas pesadillas.
''Descansa, no fue culta tuya, duerme''
Sady Capitulo 3 ~ {Jo al rescate}
Y volvemos donde lo deje la ultima vez. Sam se ve obligado a dejar a su... ''amiguita'' bajo la cama. Para ayudar a su hermano con las provisiones. Y como era de esperar la mayor parte de las provisiones se componían de pañales, comida para la pequeña Daphne y hamburguesas...
''Em... ¿Dean? Con esto vamos a pasar el mes'' -Dijo Sam tras observar lo que traían y sosteniendo un paquete de pañales-
''¡Claro! También hemos comprado algo para ti...'' -Contesto Dean y empezó a rebuscar en una de las bolsas. De una de ellas saco una cosa, solo se le puede llamar así, verde envuelta en plástico que le entrego a Sam-
''Eh...'' -Es lo único que sale de la boca de Sam-
''Tu comida de conejos'' -Dijo Dean, como si fuera lo mas normal del mundo, mientras seguía sacando cosas-
Sam puso su típica cara de ''seriously?''. Dejo a un lado aquel apestoso alimento y siguió sacando cosas. Intercambio una mirada con Jo, que estaba jugando con la pequeña Daphne. Con la mirada señalando a donde se localizaban los dormitorios. Jo entendió con rapidez.
''Creo que habría que acostar a Alíen. Se a echo tarde'' -Dijo Jo a Dean, sosteniendo a Daphne entre los brazos-
''Pues acuéstala'' -Le contesto Dean, sin mirarla parecía empeñado en sacar todos los víveres o de no dejar solo a Sam-
''Creo que no me escuchaste. Tenemos que acostar a la niña'' -Repitió Jo, esta vez se noto como, con la voz, recalcaba el ''acostar''-
Dean frunció ligeramente el ceño, al parecer una de las pocas veces que Dean no pillaba una indirecta de Jo, tenia que ser en aquel momento. Jo no se lo repitió una segunda vez. Y en un afán por ayudar a Sam... Jo se acerco al oído de Dean y le susurro unas palabras que... sinceramente no es un horario para decirlas en alto. Sam capto algo de aquel susurro, por lo que hizo como si no hubiera oído nada, ordeno los alimentos ya fuera de las bolsas intentando no mirarles.
Mientras aquellos susurros iban penetrando en el oído de Dean su cara cambio. Una sonrisa un tanto pervertida y los ojos ligeramente abiertos.
''Sammy recoge tu esto'' -Se apresuro a decir Dean, cogiendo la mano libre de Jo y llevándola a donde ambos dormían-
''Antes debería dejar a Alien en la cu...'' -La voz de Jo se apago. Bueno, lo que hacen estos dos creo que no hace falta decirlo. Por que no hay palabras para describir tal cosa-
Parecía que al fin, la suerte de nuestro peli largo alce ha cambiado. No demasiado. Dejo todo tal como estaba, ignorando lo que su hermano le había pedido. Corrió a su habitación.
''¿Sidy?'' -Dijo Sam cuando llego a la habitación en tono bajo para que no se oyera, aunque dudo que oyeran algo esos dos. La respuesta que recibió fue una seca tos-
''Sam...'' -Salió de debajo de la cama Sidy, rodando cual croqueta- ''Tienes que limpiar mas'' -Tosió nuevamente. Aunque en realidad lo que quería decir Sidy es ''ME CAGO EN TU HERMANO MIL VECES'' -
''Vamos.'' -Le ayudo a levantarse y casi a empujones la saco de la habitación, mirando siempre hacia atrás, comprobando que no había sido vista. Creo que Sidy dijo algo, pero Sam no escucho, estaba ocupado en sacarla del bunker. Y finalmente la saco de ahí-
Sam al fin respiro tranquilo, volvió y recogió todo aquel desastre antes de que volvieran. Y cuando acabo se sentó a leer un libro. Algo enojado porque otra vez que se quedaba a dos velas. Tras unas largas horas Dean volvió. Parecía querer tener vigilado a Sam constantemente. Se sentó junto a el y con el rostro serio.
''Que buen gusto para las mujeres, Sammy. ¿Asiática verdad?'' -Comento Dean tan tranquilo- ''La próxima vez... iros a un motel'' -Continuo y de nuevo volvió a su dormitorio con su mujer-
Sam, que aun tenia el libro en sus manos, lo dejo caer. En su cara se veía claramente la expresión ''Mierda!''. Había sido descubierto. Y la próxima vez, si la había... siendo sinceros, dudo que haya una ''próxima vez''
''Em... ¿Dean? Con esto vamos a pasar el mes'' -Dijo Sam tras observar lo que traían y sosteniendo un paquete de pañales-
''¡Claro! También hemos comprado algo para ti...'' -Contesto Dean y empezó a rebuscar en una de las bolsas. De una de ellas saco una cosa, solo se le puede llamar así, verde envuelta en plástico que le entrego a Sam-
''Eh...'' -Es lo único que sale de la boca de Sam-
''Tu comida de conejos'' -Dijo Dean, como si fuera lo mas normal del mundo, mientras seguía sacando cosas-
Sam puso su típica cara de ''seriously?''. Dejo a un lado aquel apestoso alimento y siguió sacando cosas. Intercambio una mirada con Jo, que estaba jugando con la pequeña Daphne. Con la mirada señalando a donde se localizaban los dormitorios. Jo entendió con rapidez.
''Creo que habría que acostar a Alíen. Se a echo tarde'' -Dijo Jo a Dean, sosteniendo a Daphne entre los brazos-
''Pues acuéstala'' -Le contesto Dean, sin mirarla parecía empeñado en sacar todos los víveres o de no dejar solo a Sam-
''Creo que no me escuchaste. Tenemos que acostar a la niña'' -Repitió Jo, esta vez se noto como, con la voz, recalcaba el ''acostar''-
Dean frunció ligeramente el ceño, al parecer una de las pocas veces que Dean no pillaba una indirecta de Jo, tenia que ser en aquel momento. Jo no se lo repitió una segunda vez. Y en un afán por ayudar a Sam... Jo se acerco al oído de Dean y le susurro unas palabras que... sinceramente no es un horario para decirlas en alto. Sam capto algo de aquel susurro, por lo que hizo como si no hubiera oído nada, ordeno los alimentos ya fuera de las bolsas intentando no mirarles.
Mientras aquellos susurros iban penetrando en el oído de Dean su cara cambio. Una sonrisa un tanto pervertida y los ojos ligeramente abiertos.
''Sammy recoge tu esto'' -Se apresuro a decir Dean, cogiendo la mano libre de Jo y llevándola a donde ambos dormían-
''Antes debería dejar a Alien en la cu...'' -La voz de Jo se apago. Bueno, lo que hacen estos dos creo que no hace falta decirlo. Por que no hay palabras para describir tal cosa-
Parecía que al fin, la suerte de nuestro peli largo alce ha cambiado. No demasiado. Dejo todo tal como estaba, ignorando lo que su hermano le había pedido. Corrió a su habitación.
''¿Sidy?'' -Dijo Sam cuando llego a la habitación en tono bajo para que no se oyera, aunque dudo que oyeran algo esos dos. La respuesta que recibió fue una seca tos-
''Sam...'' -Salió de debajo de la cama Sidy, rodando cual croqueta- ''Tienes que limpiar mas'' -Tosió nuevamente. Aunque en realidad lo que quería decir Sidy es ''ME CAGO EN TU HERMANO MIL VECES'' -
''Vamos.'' -Le ayudo a levantarse y casi a empujones la saco de la habitación, mirando siempre hacia atrás, comprobando que no había sido vista. Creo que Sidy dijo algo, pero Sam no escucho, estaba ocupado en sacarla del bunker. Y finalmente la saco de ahí-
Sam al fin respiro tranquilo, volvió y recogió todo aquel desastre antes de que volvieran. Y cuando acabo se sentó a leer un libro. Algo enojado porque otra vez que se quedaba a dos velas. Tras unas largas horas Dean volvió. Parecía querer tener vigilado a Sam constantemente. Se sentó junto a el y con el rostro serio.
''Que buen gusto para las mujeres, Sammy. ¿Asiática verdad?'' -Comento Dean tan tranquilo- ''La próxima vez... iros a un motel'' -Continuo y de nuevo volvió a su dormitorio con su mujer-
Sam, que aun tenia el libro en sus manos, lo dejo caer. En su cara se veía claramente la expresión ''Mierda!''. Había sido descubierto. Y la próxima vez, si la había... siendo sinceros, dudo que haya una ''próxima vez''
Sady Capitulo 2 ~ {Interrupcion Inesperada}
Protagonistas [@DeanWinchi, @SammyWinch_swl y @CatsAndQueen] Y otra vez. Tenemos a la pareja del momento. Sam y Sidy, en la habitación en el bunker de los Winchester. Ambos algo acaramelados. Pensando que estaban completamente solos. Jo y Dean se habían llevado a la niña a... donde sea. Lo importante es la pareja que se encontraba abrazada en la cama.
''Eres tan linda'' -Dijo Sam, en un momento de ternura en el que acariciaba el pelo castaño de la joven Curiosidad-
''Lo se, cosito'' -Le respondió. No era lo que Sam esperaba de respuesta. Al parecer se le había pegado algo de su hermano Ego-
La joven y asiática muchacha en ningún momento se separo de aquel grandullón. Le sacaba una cabeza. El melenas con un movimiento digno de un anuncio de Pantene, se quito su sedoso pelo de la cara. Agachando la cabeza con intención de darle un beso a la contraria, que ni se dio cuenta de este acercamiento y seguía abrazada al cuerpo de Sam, con los ojos cerrados por lo que no vio que se le acercaba. El pobre Sam intento llamar la atención.
''Ejem!'' -Soltó junto a una tos que se notaba como fingida. Pero no consiguió la atención ajena. Carraspeando para volver a sonar normal- ''¿Sidy?''
''Ay, que te pasa coso mío... ¿Te has resfriado? Eso te pasa por no secarte el pelo'' -Sidy al fin miro a Sam y este consiguió lo que se proponía y la beso. Ella, como es natural, le devolvió el beso. Alzando la cabeza para llegar a su altura-
Ambos prosiguieron con esas muestras de afecto, y Sam parecía convencido de que esta vez no seria como la ultima. Pero junto cuando Sam poco sus enormes manos en la pequeña cintura de Sidy.
''PUM'' -Se oyó en el pasillo-
Y como consecuencia, y debido al tremendo susto que se llevo. Sidy dio un bote y acabo en el suelo del lateral de la cama, justo a tiempo porque en ese momento Dean irrumpió en el dormitorio de Sam.
''¡SAM!'' -Grito Dean que acababa de llegar y paso la mirada por toda la habitación en busca de algo fuera de lo común-
''D-Dean...'' -Contento Sam, con la voz algo cortada porque tenia prohibido dejar entrar a nadie en el bunker. Y colocándose junto enfrente de Dean para que dejara de inspeccionar la habitación, con miedo de que descubriera a Sidy-
''Sammy...'' -Lo miro con desconfianza, echando un ultimo vistazo detrás del grandullón- ''Ven, hemos traído provisiones'' -Y se llevo a Sam casi a rastras-
Sidy se quedo debajo de la cama. A la espera de salir sin peligro de ser descubierta. De nuevo Sam, se quedo a medias. Pero lo volverá a intentar.
Continuara~
''Eres tan linda'' -Dijo Sam, en un momento de ternura en el que acariciaba el pelo castaño de la joven Curiosidad-
''Lo se, cosito'' -Le respondió. No era lo que Sam esperaba de respuesta. Al parecer se le había pegado algo de su hermano Ego-
La joven y asiática muchacha en ningún momento se separo de aquel grandullón. Le sacaba una cabeza. El melenas con un movimiento digno de un anuncio de Pantene, se quito su sedoso pelo de la cara. Agachando la cabeza con intención de darle un beso a la contraria, que ni se dio cuenta de este acercamiento y seguía abrazada al cuerpo de Sam, con los ojos cerrados por lo que no vio que se le acercaba. El pobre Sam intento llamar la atención.
''Ejem!'' -Soltó junto a una tos que se notaba como fingida. Pero no consiguió la atención ajena. Carraspeando para volver a sonar normal- ''¿Sidy?''
''Ay, que te pasa coso mío... ¿Te has resfriado? Eso te pasa por no secarte el pelo'' -Sidy al fin miro a Sam y este consiguió lo que se proponía y la beso. Ella, como es natural, le devolvió el beso. Alzando la cabeza para llegar a su altura-
Ambos prosiguieron con esas muestras de afecto, y Sam parecía convencido de que esta vez no seria como la ultima. Pero junto cuando Sam poco sus enormes manos en la pequeña cintura de Sidy.
''PUM'' -Se oyó en el pasillo-
Y como consecuencia, y debido al tremendo susto que se llevo. Sidy dio un bote y acabo en el suelo del lateral de la cama, justo a tiempo porque en ese momento Dean irrumpió en el dormitorio de Sam.
''¡SAM!'' -Grito Dean que acababa de llegar y paso la mirada por toda la habitación en busca de algo fuera de lo común-
''D-Dean...'' -Contento Sam, con la voz algo cortada porque tenia prohibido dejar entrar a nadie en el bunker. Y colocándose junto enfrente de Dean para que dejara de inspeccionar la habitación, con miedo de que descubriera a Sidy-
''Sammy...'' -Lo miro con desconfianza, echando un ultimo vistazo detrás del grandullón- ''Ven, hemos traído provisiones'' -Y se llevo a Sam casi a rastras-
Sidy se quedo debajo de la cama. A la espera de salir sin peligro de ser descubierta. De nuevo Sam, se quedo a medias. Pero lo volverá a intentar.
Continuara~
La Oscuridad y El Diablo {Cap 1}
Vivía en un oscuro lugar. Un lugar terrorífico para cualquiera, pero no para él. Aquel lugar oscuro, tenebroso, solitario y frio, él lo consideraba su hogar. El único que había conocido. Porque era como él, oscuro, tenebroso, solitario, frio... Durante años le habían dicho que era un monstruo, un ser que no debería salir de su oscuro rincón. Él se lo creyó, y aunque por aquel entonces era solo un niño con un corazón puro, se encerró en la oscuridad que le decían que era él. Oscuridad que lleno su puro corazón infantil de la mas fría de las soledades. Y con aquella oscuridad creció, con aquella soledad vivió y con la tristeza durmió. Se hizo mayor y aun estaba y se sentía solo. Se veía su cuerpo caminar, pero en él no parecía haber alma que lo hiciera humano. En toda su vida no había experimentado mas que tristeza, soledad, oscuridad, odio por el mundo que lo excluía y melancolía de todo lo que formaba su vida. Sentía odio por las personas, sobre todo aquellas que intentaban establecer una conversación con él, cuando ni ellos mismos querían hacerlo. Aquellos a los que consideraba unos hipócritas, que preguntan ''¿Que tal estas?'' sin importarle siquiera en realidad como estaba.
Aquel chaval, de unos 17 años, que cada día iba andando a clases. Un joven que vivía solo en un pequeño piso de Los Ángeles. Un joven de estatura media, con un pelo corto y desaliñado tan negro como la oscuridad que vivía en su corazón, y unos ojos grandes expresivos aunque lo que expresaran fuera siempre odio, del color negro intenso. A primera vista parecía ser un poco blandengue, por su delgadez, pero nada mas lejos de la realidad. Tenia una característica peca en la mejilla izquierda.
Cada mañana caminaba, a una hora muy temprana, a la primera clase que tenia en la universidad. Estaba estudiando periodismo en la Universidad estatal. Todas las mañanas caminaba como si fuese un zombi, cabizbajo por las calles, evitando mirar a las personas que por ahí caminaban. Le era indiferente a donde fueran esas personas, si tenían prisa o si iban hacia la reunión mas importante de su profesión. Él solo quería llegar a su clase, sentarse en el asiento mas alejado de todos los demás. Y sumergirse en si mismo. Con esto no quiero decir que fuera un mal estudiante, era lo contrario, tenia tal facilidad para todas las asignaturas que podría haber entrado en las mejores universidades de América. Pero él prefería continuar con su soledad y amargura. En un lugar ya conocido. Y pensaba que todo iría como de costumbre, iría a las clases que le tocaran hoy y volvería a su piso sin llamar la atención. Los profesores que mandaban trabajos en equipo, con el tiempo se dieron cuenta de que no podrían sacar nada del trabajo en equipo con este chaval. Así que no le preocupaba que le obligaran a formar equipo con unos pijos de la clase, de estos que tienen que pregonar que sus papis le han comprado un coche nuevo por una matricula de honor. Los detestaba. Aun por hoy, no había encontrado a nadie que se mereciera su respeto. Y con ellos su oscuridad crecía. Caminaba, entonces, mirando continuamente al suelo. Conocía de memoria el camino que debía recorrer, podía haberlo incluso durmiendo. Pero algo se interpuso de repente en su camino. Unos zapatos negros y elegantes ahora estaban frente a sus propias deportivas viejas y deshechas.
- Que pasa, chaval. ¿Has perdido tu dinero para la merienda? -Se escucho una voz, proveniente de el poseedor de aquellos elegantes zapatos.
El chaval se digno a elevar la mirada, para al menos ver quien se dirigía a él y se burlaba de él con su voz. Aquel hombre, sabia que era un hombre porque su voz que en parte le gusto al chaval, llevaba un elegante traje, a juego con los mismo zapatos que asta entonces observaba, una corbata también oscura bien colocada, una barba que parecía de unos días de edad. Al final los ojos del hombre y del chaval chocaron, los ojos de un negro nocturno se mezclaron con los pardos que aquel hombre poseía. Aun por establecer contacto visual no se digno a hablarle.
- ¿Se te ha comido la lengua el demonio? -No se elimino su burla del tono de voz, pero era una voz que encandilaba, como si de una suave caricia se tratase, entraba en los oídos como una dulce melodía-
- ...No... -Al fin el joven hablo, pero tan solo con un suave hilo de voz-
- ¡Oh, sabe hablar! Bueno, ya dimos un pequeño paso... ahora ¿Qué haces aquí a estas horas? -Pregunta aquel hombre, obviamente al chaval con aquella pregunta lo clasifico directamente como un hipócrita mas-
- No te importa... -A aquellas horas siempre estaba mas enfadado de lo normal. Dormía apenas dos horas y eso hacia que, aunque no solía pasar, cuando hablaba lo hiciera de forma borde y malhumorada-
- Solo lo digo porque este no es barrio para un chaval -Al principio esas palabras tal vez no tuvieran ningún sentido, puesto que el camino que recorría siempre era el mismo. Pero al parecer si tenia un sentido especifico-
- ¿Qué no es...? -Dejo de mirar al hombre para mirar donde se encontraba, y si lo que decía era cierto. Y lo era. Estaba en uno de los peores barrios de la ciudad. ¿Cómo había llegado allí? No recordaba haber caminado tanto- Donde...
- ¿De empalmada? Los jóvenes de hoy en día... -Falseo un suspiro de decepción- Dime, ¿Cuál es tu nombre? -Pregunta en un tono calmado, lejos de querer que se pusiera de nuevo a la defensiva-
- ... -Algo en aquel hombre le hacia desconfiar. Pero por otra parte le atraía- Mi nombre es... Axel...
- Bien, Axel, deberías volver a tu casita, con tu madre... antes de que te pase algo por lo que yo no pienso responder -Se notaba la indiferencia que mostraba aquel hombre con sus palabras-
- ¿Qué madre? -Le respondió con arrogancia controlada. Pero aun con la expresión inerte de siempre-
- Pues el gato, me da igual, no es lugar para un chaval. A no ser que seas un suicida -Metió las manos en sus bolsillos, de ese grueso abrigo negro que lucia-
Un silencio los rodeo, solo a ellos, como si quedaran sordos del resto del mundo y las personas que pasaban por la calle, el ruido de los coches se desvaneció y tan solo se oía la respiración de Axel. Era algo que le ocurría a Axel cada vez que se metía en su propia mente. Analizo a quien tenia enfrente, una sutil fragancia a azufre le llego, algo que le desconcertó. Vestía elegantemente para el barrio en el que se encontraba. Y se dirigía a él con toda la confianza del mundo aun por no conoce. Y poco a poco de nuevo el ruido volvió.
- Bien vestido, con barba de hace unos tres días pero no desaliñada. Ojeras de no haber dormido tal vez en semanas. Voz grave, algo ronca, la voz de un bebedor y con un peculiar acento ingles... Solo me falta su nombre... Señor... -Debía ser, hasta el momento, la conversación mas larga que habría tenido con alguien-
- Tenemos aquí un sabelotodo... Eh... -Ocultaba su sorpresa, como bien sabia hacer, la ocultaba con burla- Mi nombre es Crowley, pequeño metomentodo.
Aquel chaval, de unos 17 años, que cada día iba andando a clases. Un joven que vivía solo en un pequeño piso de Los Ángeles. Un joven de estatura media, con un pelo corto y desaliñado tan negro como la oscuridad que vivía en su corazón, y unos ojos grandes expresivos aunque lo que expresaran fuera siempre odio, del color negro intenso. A primera vista parecía ser un poco blandengue, por su delgadez, pero nada mas lejos de la realidad. Tenia una característica peca en la mejilla izquierda.
Cada mañana caminaba, a una hora muy temprana, a la primera clase que tenia en la universidad. Estaba estudiando periodismo en la Universidad estatal. Todas las mañanas caminaba como si fuese un zombi, cabizbajo por las calles, evitando mirar a las personas que por ahí caminaban. Le era indiferente a donde fueran esas personas, si tenían prisa o si iban hacia la reunión mas importante de su profesión. Él solo quería llegar a su clase, sentarse en el asiento mas alejado de todos los demás. Y sumergirse en si mismo. Con esto no quiero decir que fuera un mal estudiante, era lo contrario, tenia tal facilidad para todas las asignaturas que podría haber entrado en las mejores universidades de América. Pero él prefería continuar con su soledad y amargura. En un lugar ya conocido. Y pensaba que todo iría como de costumbre, iría a las clases que le tocaran hoy y volvería a su piso sin llamar la atención. Los profesores que mandaban trabajos en equipo, con el tiempo se dieron cuenta de que no podrían sacar nada del trabajo en equipo con este chaval. Así que no le preocupaba que le obligaran a formar equipo con unos pijos de la clase, de estos que tienen que pregonar que sus papis le han comprado un coche nuevo por una matricula de honor. Los detestaba. Aun por hoy, no había encontrado a nadie que se mereciera su respeto. Y con ellos su oscuridad crecía. Caminaba, entonces, mirando continuamente al suelo. Conocía de memoria el camino que debía recorrer, podía haberlo incluso durmiendo. Pero algo se interpuso de repente en su camino. Unos zapatos negros y elegantes ahora estaban frente a sus propias deportivas viejas y deshechas.
- Que pasa, chaval. ¿Has perdido tu dinero para la merienda? -Se escucho una voz, proveniente de el poseedor de aquellos elegantes zapatos.
El chaval se digno a elevar la mirada, para al menos ver quien se dirigía a él y se burlaba de él con su voz. Aquel hombre, sabia que era un hombre porque su voz que en parte le gusto al chaval, llevaba un elegante traje, a juego con los mismo zapatos que asta entonces observaba, una corbata también oscura bien colocada, una barba que parecía de unos días de edad. Al final los ojos del hombre y del chaval chocaron, los ojos de un negro nocturno se mezclaron con los pardos que aquel hombre poseía. Aun por establecer contacto visual no se digno a hablarle.
- ¿Se te ha comido la lengua el demonio? -No se elimino su burla del tono de voz, pero era una voz que encandilaba, como si de una suave caricia se tratase, entraba en los oídos como una dulce melodía-
- ...No... -Al fin el joven hablo, pero tan solo con un suave hilo de voz-
- ¡Oh, sabe hablar! Bueno, ya dimos un pequeño paso... ahora ¿Qué haces aquí a estas horas? -Pregunta aquel hombre, obviamente al chaval con aquella pregunta lo clasifico directamente como un hipócrita mas-
- No te importa... -A aquellas horas siempre estaba mas enfadado de lo normal. Dormía apenas dos horas y eso hacia que, aunque no solía pasar, cuando hablaba lo hiciera de forma borde y malhumorada-
- Solo lo digo porque este no es barrio para un chaval -Al principio esas palabras tal vez no tuvieran ningún sentido, puesto que el camino que recorría siempre era el mismo. Pero al parecer si tenia un sentido especifico-
- ¿Qué no es...? -Dejo de mirar al hombre para mirar donde se encontraba, y si lo que decía era cierto. Y lo era. Estaba en uno de los peores barrios de la ciudad. ¿Cómo había llegado allí? No recordaba haber caminado tanto- Donde...
- ¿De empalmada? Los jóvenes de hoy en día... -Falseo un suspiro de decepción- Dime, ¿Cuál es tu nombre? -Pregunta en un tono calmado, lejos de querer que se pusiera de nuevo a la defensiva-
- ... -Algo en aquel hombre le hacia desconfiar. Pero por otra parte le atraía- Mi nombre es... Axel...
- Bien, Axel, deberías volver a tu casita, con tu madre... antes de que te pase algo por lo que yo no pienso responder -Se notaba la indiferencia que mostraba aquel hombre con sus palabras-
- ¿Qué madre? -Le respondió con arrogancia controlada. Pero aun con la expresión inerte de siempre-
- Pues el gato, me da igual, no es lugar para un chaval. A no ser que seas un suicida -Metió las manos en sus bolsillos, de ese grueso abrigo negro que lucia-
Un silencio los rodeo, solo a ellos, como si quedaran sordos del resto del mundo y las personas que pasaban por la calle, el ruido de los coches se desvaneció y tan solo se oía la respiración de Axel. Era algo que le ocurría a Axel cada vez que se metía en su propia mente. Analizo a quien tenia enfrente, una sutil fragancia a azufre le llego, algo que le desconcertó. Vestía elegantemente para el barrio en el que se encontraba. Y se dirigía a él con toda la confianza del mundo aun por no conoce. Y poco a poco de nuevo el ruido volvió.
- Bien vestido, con barba de hace unos tres días pero no desaliñada. Ojeras de no haber dormido tal vez en semanas. Voz grave, algo ronca, la voz de un bebedor y con un peculiar acento ingles... Solo me falta su nombre... Señor... -Debía ser, hasta el momento, la conversación mas larga que habría tenido con alguien-
- Tenemos aquí un sabelotodo... Eh... -Ocultaba su sorpresa, como bien sabia hacer, la ocultaba con burla- Mi nombre es Crowley, pequeño metomentodo.
Sady ~ {Cositas que se le ocurren a uno pasadas las doce}
#Sady {@SammyWinch_swl @CatsAndQueen}
Erase que se era un pequeño alce que nació para ser famoso, para que su nombre y sobretodo su apellido se diera a conocer por todos los estados de América. Este pequeño alce pensó que podría volar solo, aun porque los alces no vuelan, y decidió desafiar al mismo destino, irse de casa y comenzar una vida universitaria. Ese pequeño alce llego a ser un gran universitario, tener un ordenador, una novia guapísima y un envidiable pelo. Pero poco duraría todo aquello pues nadie escapa del cruel destino.
El alce quedose solo con su hermano ardilla y un viejo coche que, aun por los años, seguía funcionando. Con una novia echando humos y un PC requemado. Saliose con el viejo Impala y la extrovertida ardilla en busca de su viejo y cascarrabias padre. Y allá fue, viviendo en la carretera y viviendo en una eterna novela de ficción. Y bajo su honesta sonrisa se ocultaba la infelicidad, el sosiego y la soledad. Y siguió así años y años, y con su pelo, también creció su soledad aun por no separarse apenas de su hermano.
Y... nuestro alce paso las mas trágicas experiencias. Los mas duros acontecimientos, pero habéis de saber que al final recibiría su recompensa.
~
Siglos antes de los mas grandes imperios, de los mas crueles gobernantes. Nació un sentimiento, una sensación, una virtud. Nació cuando el primer animal olisqueo una especia de ''coso'' negro de fuerte olor y se pregunto a si mismo ''¿A que sabrá esto?''. En ese momento nació Curiosidad, que los gatos la tengan en sus ovillos. Porque esta mujer no solo cambiaria la vida de miles de personas que ahora tocaran botones sin saber que podría ocurrir y haciendo explotar cosas. Cambiaria la vida de un pequeño y solitario alce. La pequeña Curiosidad amaba y ama los animales, aunque por entonces no pudiera creer que su animal favorito iba a ser un alce.
Por algo, que se escaparía de la comprensión de cualquier ser, esos dos pequeños seres, que a primera vista parecían completamente contrarios el uno del otro. Se encontraron.
Todo comenzó con un ''Hola''
Y continuara por siempre con un ''Si, quiero''
[Bueno, dije que escribiría otro Sady, pero comencé a escribir sobre Sam como alce, al no saber que escribir ahora, y salió esto.]
Erase que se era un pequeño alce que nació para ser famoso, para que su nombre y sobretodo su apellido se diera a conocer por todos los estados de América. Este pequeño alce pensó que podría volar solo, aun porque los alces no vuelan, y decidió desafiar al mismo destino, irse de casa y comenzar una vida universitaria. Ese pequeño alce llego a ser un gran universitario, tener un ordenador, una novia guapísima y un envidiable pelo. Pero poco duraría todo aquello pues nadie escapa del cruel destino.
El alce quedose solo con su hermano ardilla y un viejo coche que, aun por los años, seguía funcionando. Con una novia echando humos y un PC requemado. Saliose con el viejo Impala y la extrovertida ardilla en busca de su viejo y cascarrabias padre. Y allá fue, viviendo en la carretera y viviendo en una eterna novela de ficción. Y bajo su honesta sonrisa se ocultaba la infelicidad, el sosiego y la soledad. Y siguió así años y años, y con su pelo, también creció su soledad aun por no separarse apenas de su hermano.
Y... nuestro alce paso las mas trágicas experiencias. Los mas duros acontecimientos, pero habéis de saber que al final recibiría su recompensa.
~
Siglos antes de los mas grandes imperios, de los mas crueles gobernantes. Nació un sentimiento, una sensación, una virtud. Nació cuando el primer animal olisqueo una especia de ''coso'' negro de fuerte olor y se pregunto a si mismo ''¿A que sabrá esto?''. En ese momento nació Curiosidad, que los gatos la tengan en sus ovillos. Porque esta mujer no solo cambiaria la vida de miles de personas que ahora tocaran botones sin saber que podría ocurrir y haciendo explotar cosas. Cambiaria la vida de un pequeño y solitario alce. La pequeña Curiosidad amaba y ama los animales, aunque por entonces no pudiera creer que su animal favorito iba a ser un alce.
Por algo, que se escaparía de la comprensión de cualquier ser, esos dos pequeños seres, que a primera vista parecían completamente contrarios el uno del otro. Se encontraron.
Todo comenzó con un ''Hola''
Y continuara por siempre con un ''Si, quiero''
[Bueno, dije que escribiría otro Sady, pero comencé a escribir sobre Sam como alce, al no saber que escribir ahora, y salió esto.]
lunes, 24 de marzo de 2014
Sady~ Capitulo 1~ {La Cosita de mis ojos}
[@CatsAndQueen y @SammyWinch_swl]
Un día como otro cualquiera, salvo por un pequeño detalle. Jo y Dean habían salido de compras y habían dejado a cargo de su hija, Daphne, a Sam y su amiga. Una joven y asiática chica, castaña que al lado de Sam, era como una pequeña niña. Pero claro, al lado de Sam quien no parecía uno de esos muñecos de las entradas de las atracciones que miden la altura de los pasajeros. Dean no sabia que aquella ''amiga'' había entrado en el bunker la noche de antes, y aun permanecía dentro. Sam por su parte no se preocupo mucho de su amiga hasta que Dean salió del bunker, acompañado de su mujer. Si, había conseguido casarse, y tenían una hija. Aunque la dejaran a cargo del menos indicado.
Sam saco a su compañera nocturna de la habitación, debía deshacerse de cualquier mínima muestra femenina, o Dean se enteraría y tendrían problemas. El Bunker, la herencia de los Winchester, Dean se tomaba muy enserio eso.
''Sal de aquí, antes de que vuelvan'' -Se apresuro a decir Sam, sacándola de su habitación.
''A ver, cosito, se acaban de ir. No volverán en un rato'' -Consiguió frenar a un Sam algo nervioso-
''P-Pero Sidy...'' -No sabemos si ese era su nombre. Pero no pudo acabar la frase, antes de ser alcanzado por los labios ajenos, en un beso que él por su parte no se espero-
''Donde esta esa cosita mona'' -Miro a los lados, calmada. La individua, llamémosla Sidy. Calmadamente pasaba la mirada hasta encontrar a una especie de bolita, en algo parecido a una cuna. Una cuna que Dean construyo el mismo./Así empieza a ser buen padre/-
''Ahí...'' -Sam por su parte no tenia ni idea de niños. Ni como cuidarlos obviamente, lo peor que le podía pasar a Daphne es quedarse a solas con Sam. Pero ahí estaba Sidy, para perder bebes con el. No quiero con esto que se pienses cosas que no son. O piénselas, es un país libre.
Sidy se acerco a ver a aquella criatura, y a cogerla, con cuidado pero casi se le cae al suelo. Era la cosa mas torpe, después de Sam Pierde Zapatos. Pero no se le cayo, finalmente consiguió cogerla. Sam se le acerco por detrás, solo para observar a su compañera y a la que era su sobrina. Cogiendo con delicadeza de la cintura de Sidy y apoyando su cabeza en el hombro de ella, intentando llamar su atención.
''¡Pero que cosita mas linda!'' -Exclamo Sidy
''Tu también...'' -Respondió Sam, pensando que realmente eso era para el, pobre, se equivocaba-
''Si, quien quiere que le de un poco de leche'' -Siguió hablando Sidy.
''Yo... ¿Que?'' -Se dio cuenta finalmente que no hablaba de el, si no de la niña.
Siguió intentando llamar la atención de Sidy, sin éxito. La niña capto toda su atención, dejando a Sam sin ningún tipo de atención. O Si... Estaba celoso de una niña de meses. De su sobrina. Finalmente no fue una buena decisión la noche anterior dejarla dormir con el. Por que esa noche no se repitió en mucho. Dean le dejo de niñero mas veces. Pero la niña captaba la atención de todo el que pasaba. Ni Sam PeloPerfecto Winchester puede competir con el encanto de una niña... de un bebé. Asi Sam debió de aguantar hasta su próxima noche loca. Hasta poder, desmelenarse de nuevo.
Un día como otro cualquiera, salvo por un pequeño detalle. Jo y Dean habían salido de compras y habían dejado a cargo de su hija, Daphne, a Sam y su amiga. Una joven y asiática chica, castaña que al lado de Sam, era como una pequeña niña. Pero claro, al lado de Sam quien no parecía uno de esos muñecos de las entradas de las atracciones que miden la altura de los pasajeros. Dean no sabia que aquella ''amiga'' había entrado en el bunker la noche de antes, y aun permanecía dentro. Sam por su parte no se preocupo mucho de su amiga hasta que Dean salió del bunker, acompañado de su mujer. Si, había conseguido casarse, y tenían una hija. Aunque la dejaran a cargo del menos indicado.
Sam saco a su compañera nocturna de la habitación, debía deshacerse de cualquier mínima muestra femenina, o Dean se enteraría y tendrían problemas. El Bunker, la herencia de los Winchester, Dean se tomaba muy enserio eso.
''Sal de aquí, antes de que vuelvan'' -Se apresuro a decir Sam, sacándola de su habitación.
''A ver, cosito, se acaban de ir. No volverán en un rato'' -Consiguió frenar a un Sam algo nervioso-
''P-Pero Sidy...'' -No sabemos si ese era su nombre. Pero no pudo acabar la frase, antes de ser alcanzado por los labios ajenos, en un beso que él por su parte no se espero-
''Donde esta esa cosita mona'' -Miro a los lados, calmada. La individua, llamémosla Sidy. Calmadamente pasaba la mirada hasta encontrar a una especie de bolita, en algo parecido a una cuna. Una cuna que Dean construyo el mismo./Así empieza a ser buen padre/-
''Ahí...'' -Sam por su parte no tenia ni idea de niños. Ni como cuidarlos obviamente, lo peor que le podía pasar a Daphne es quedarse a solas con Sam. Pero ahí estaba Sidy, para perder bebes con el. No quiero con esto que se pienses cosas que no son. O piénselas, es un país libre.
Sidy se acerco a ver a aquella criatura, y a cogerla, con cuidado pero casi se le cae al suelo. Era la cosa mas torpe, después de Sam Pierde Zapatos. Pero no se le cayo, finalmente consiguió cogerla. Sam se le acerco por detrás, solo para observar a su compañera y a la que era su sobrina. Cogiendo con delicadeza de la cintura de Sidy y apoyando su cabeza en el hombro de ella, intentando llamar su atención.
''¡Pero que cosita mas linda!'' -Exclamo Sidy
''Tu también...'' -Respondió Sam, pensando que realmente eso era para el, pobre, se equivocaba-
''Si, quien quiere que le de un poco de leche'' -Siguió hablando Sidy.
''Yo... ¿Que?'' -Se dio cuenta finalmente que no hablaba de el, si no de la niña.
Siguió intentando llamar la atención de Sidy, sin éxito. La niña capto toda su atención, dejando a Sam sin ningún tipo de atención. O Si... Estaba celoso de una niña de meses. De su sobrina. Finalmente no fue una buena decisión la noche anterior dejarla dormir con el. Por que esa noche no se repitió en mucho. Dean le dejo de niñero mas veces. Pero la niña captaba la atención de todo el que pasaba. Ni Sam PeloPerfecto Winchester puede competir con el encanto de una niña... de un bebé. Asi Sam debió de aguantar hasta su próxima noche loca. Hasta poder, desmelenarse de nuevo.
Crowley y Fergus {BroTP~} Cap 2
Ahi iban esos dos hermanos tan particulares. Crowley habia aceptado a regaña dientes, las demandas de su hermano menor de salir, los dos juntos. Para Crowley era como pasear a un cachorro hiperactivo, que miraba todo a su paso con interes exacerbado y que incluso a veces necesitaria una correa para controlarlo.
Caminaban los dos uno al lado del otro, aunque como siempre habia muchas diferencias entre ambos. El hermano mayor andaba tranquilo y recto, como cualquier persona normal de la calle, pero claro el pequeño Fergus no era normal. Fergus caminaba, se paraba a obserbar cualquier cosa y despues corria para alcanzar a su hermano, saltaba, giraba sobre si mismo, en definitiba no era capaz de quedarse quieto. La gente que pasaba se quedaba mirando al pequeño y algunos reian con sus payasadas.
Es que no se puede estar quieto ni un momento -Dijo Crowley para si mismo, mirando de reojo como Fergus saltaba de una baldosa a otra-
¿Adonde vamos, hermano? -Canturrea infantilmente Fergus, mientras de un salto se subia al borde de una de esas jardinaras que habia por la calle y jugaba a mantener el equilibrio-
Estate quieto, Fergusín -Le ordeno Crowley a su hermano, arto ya de verle hacer el tonto, aun sabiendo que este no haria el mas minimo caso- Vamos a recoger unas cosas que necesito
¿Que cosa? -Dijo el pequeño, ignorando la orden de su hermano y dando un salto para subir a un banco cercano-
Ya lo veras, no seas impaciente -Observo como saltaba Fergus, de reojo, chasqueo la lengua y rodo los ojos ante ese acto de infantilidad- Al final te haras daño
Quiero saberlo ya -Musito el pequeño, que no hacia caso alguno a las advertencias de su hermano y continuaba caminando peligrosamente por el borde del banco, cuando llegaba al borde de este saltaba al siguiente, sin percibir que esos saltos acabarian mal-
Te he dicho que... -Comenzo severo Crowley, pero algo lo callo, un estruendo seguido de un llanto-
Su hermano, en uno de esos saltos, habia caido al suelo y ahora magullado y lloroso en el suelo. La gente de alrededor se volvia a mirar, el llanto del pequeño no paro hasta que sintio a su hermano cerca y oyo su voz
No me gustan los niños llorones, y lo sabes -Comento Crowley haciendo asi que el pequeño cesara con su llanto- Te lo adverti -Sus palabras eran frias y severas, que contradecian sus acciones-
Crowley levanto con cuidado a su hermano del suelo, sentandolo en el mismo banco del que habia caido. Le sacudio la ropa y con una mano en el hombro del pequeño Fergus, cuya cara aun estaba humeda y rojiza, comenzó.
Esto te pasa por no hacerme caso, y hacer el tonto, debiste escucharme -Sus voz resonaba con dureza en el pequeño que aguantaba su llanto-
El niño se aguantaba su llanto como podia, con la cara empapada por las lagrimas y roja, se mordia el labio inferior para impedir el retorno del llanto, pero aun seguia llorando.
No seas llorón. Solo ha sido un golpe, no me diras que por un golpe vas a montar este drama -Intentaba, a su manera, calmar a Fergus, pero este no pronunciaba palabra alguna, temeroso en parte de volver a llorar de esa manera tan escandalosa, que sabia que no le gustaba a su hermano-
El pequeño Fergus, en la caida se habia torcido el tobillo y le dolia bastante, pero temia que si abria la boca para hablar, lo que saliera de su boca no fuesen palabras, si no un quejido. Pero algo debia de decir.
M...me...d...ue...le -Logro pronunciar el pequeño señalando su tobillo derecho-
Crowley lo escucho e inmediatamente despues cogio el tobillo del pequeño con cuidado, lo que proboco en Fergus un quejido que no pudo sofocar.
De acuerdo -Y Crowley suspiro, cogio al pequeño en brazos, este le agarro con fuerza llorando aun- Volvamos a casa... Espero que aprendas de esto -Crowley dejo aquello que era realmente importante que debia recoger, para cuidar de su hermano-
[Un hermano lo es para siempre, te guste o no. Y aunque parezca que no, lo más importante para un hermano mayor, siempre sera su hermano pequeño. Y en cualquier momento le socorrera si este lo necesita. Peleas puede haber muchas, pero el sentimiento permanece]
Caminaban los dos uno al lado del otro, aunque como siempre habia muchas diferencias entre ambos. El hermano mayor andaba tranquilo y recto, como cualquier persona normal de la calle, pero claro el pequeño Fergus no era normal. Fergus caminaba, se paraba a obserbar cualquier cosa y despues corria para alcanzar a su hermano, saltaba, giraba sobre si mismo, en definitiba no era capaz de quedarse quieto. La gente que pasaba se quedaba mirando al pequeño y algunos reian con sus payasadas.
Es que no se puede estar quieto ni un momento -Dijo Crowley para si mismo, mirando de reojo como Fergus saltaba de una baldosa a otra-
¿Adonde vamos, hermano? -Canturrea infantilmente Fergus, mientras de un salto se subia al borde de una de esas jardinaras que habia por la calle y jugaba a mantener el equilibrio-
Estate quieto, Fergusín -Le ordeno Crowley a su hermano, arto ya de verle hacer el tonto, aun sabiendo que este no haria el mas minimo caso- Vamos a recoger unas cosas que necesito
¿Que cosa? -Dijo el pequeño, ignorando la orden de su hermano y dando un salto para subir a un banco cercano-
Ya lo veras, no seas impaciente -Observo como saltaba Fergus, de reojo, chasqueo la lengua y rodo los ojos ante ese acto de infantilidad- Al final te haras daño
Quiero saberlo ya -Musito el pequeño, que no hacia caso alguno a las advertencias de su hermano y continuaba caminando peligrosamente por el borde del banco, cuando llegaba al borde de este saltaba al siguiente, sin percibir que esos saltos acabarian mal-
Te he dicho que... -Comenzo severo Crowley, pero algo lo callo, un estruendo seguido de un llanto-
Su hermano, en uno de esos saltos, habia caido al suelo y ahora magullado y lloroso en el suelo. La gente de alrededor se volvia a mirar, el llanto del pequeño no paro hasta que sintio a su hermano cerca y oyo su voz
No me gustan los niños llorones, y lo sabes -Comento Crowley haciendo asi que el pequeño cesara con su llanto- Te lo adverti -Sus palabras eran frias y severas, que contradecian sus acciones-
Crowley levanto con cuidado a su hermano del suelo, sentandolo en el mismo banco del que habia caido. Le sacudio la ropa y con una mano en el hombro del pequeño Fergus, cuya cara aun estaba humeda y rojiza, comenzó.
Esto te pasa por no hacerme caso, y hacer el tonto, debiste escucharme -Sus voz resonaba con dureza en el pequeño que aguantaba su llanto-
El niño se aguantaba su llanto como podia, con la cara empapada por las lagrimas y roja, se mordia el labio inferior para impedir el retorno del llanto, pero aun seguia llorando.
No seas llorón. Solo ha sido un golpe, no me diras que por un golpe vas a montar este drama -Intentaba, a su manera, calmar a Fergus, pero este no pronunciaba palabra alguna, temeroso en parte de volver a llorar de esa manera tan escandalosa, que sabia que no le gustaba a su hermano-
El pequeño Fergus, en la caida se habia torcido el tobillo y le dolia bastante, pero temia que si abria la boca para hablar, lo que saliera de su boca no fuesen palabras, si no un quejido. Pero algo debia de decir.
M...me...d...ue...le -Logro pronunciar el pequeño señalando su tobillo derecho-
Crowley lo escucho e inmediatamente despues cogio el tobillo del pequeño con cuidado, lo que proboco en Fergus un quejido que no pudo sofocar.
De acuerdo -Y Crowley suspiro, cogio al pequeño en brazos, este le agarro con fuerza llorando aun- Volvamos a casa... Espero que aprendas de esto -Crowley dejo aquello que era realmente importante que debia recoger, para cuidar de su hermano-
[Un hermano lo es para siempre, te guste o no. Y aunque parezca que no, lo más importante para un hermano mayor, siempre sera su hermano pequeño. Y en cualquier momento le socorrera si este lo necesita. Peleas puede haber muchas, pero el sentimiento permanece]
Fergus y Crowley {BroTP~}
{Antes de esto he de explicar algo. Fergus y Crowley. Son, como explique en la presentación, personajes de Rol. Fergus es el que yo interpreto, y Crowley su hermano mayor. Aun teniendo el mismo cuerpo y edad. Son hermanos, o lo mas parecido a ellos. Ambos son Crowley pero por cosas del destino a mi personaje le toco el nombre de Fergus. Cosas que pasan}
Imaginemos que Crowley y Fergus... son hermanos de sangre... En un contexto humano. El hermano mayor: Crowley. Y el hermano menor: Fergus. Es otro plano espacio-temporal. User pensó que seria divertido verlos a ambos en esa perspectiva... El hermano pequeño infantil que busca atención y el hermano mayor Serio y centrado en su trabajo... Lo que son dos hermanos
Era un día como cualquier otro, Crowley se hallaba en su dormitorio concentrado en su trabajo, como siempre, su trabajo era lo mas importante. Y mientras tanto ¿Dónde estaba el pequeño Fergus? Un niño demasiado activo y era demasiado infantil. Siempre iba de un lado a otro, se aburría con facilidad y le gustaba toquetearlo todo, siempre se estaba metiendo en problemas y causando destrozos... Y esta vez no seria menos. A Fergus le importaba poco que su hermano estuviera haciendo algo importante el solo quería llamar la atención y siempre encontraba la manera, aunque no siempre le resultaba eficaz. Dos hermanos totalmente contrarios, mientras el mayor tenia sus planes, era ordenado e incluso perfeccionista, el pequeño era un alborotador, con una falta de concentración y un desorden todo el, siempre haciendo uso de ese exceso de Humor Negro.
Como decía: Estaba todo en silencio, Crowley en su escritorio trabajaba, estaba concentrado, el silencio ayudaba. Todo tranquilo asta que...
BOOM! -Se escucho un estruendo en el pasillo acompañado de un ligero temblor-
Crowley ni se digno a levantarse para comprobar el porque de ese estruendo, porque ya lo sabia, su hermanito pequeño ya estaba haciendo el tonto. Así que lo ignoro y se centro de nuevo en su trabajo.
ZUUM! -Se escucho de nuevo-
BRUM! -De nuevo se escucho y cada vez con mas fuerza se escuchaba-
BOOM! -Se volvió a repetir y ahí ya no-
Tranquilamente, por que no se iba a dejar alterar por algo semejante, Crowley se levanto y fue a ver lo que ocurría en el pasillo. ¿Y que encontró? Nada que no esperara encontrar. El pequeño Fergus jugando con un viejo monopatín. Se subía en el, e impulsado por su misma fuerza al empujar la pared, recorría a gran velocidad el pasillo asta chocar contra la pared, dado que no sabia como frenar.
De nuevo haciendo el idiota -Pensó Crowley y cuando Fergus se impulso de nuevo Crowley freno el monopatín con el pie, provocando que el pequeño Fergus, que no se lo esperaba, saliera disparado asta golpearse contra la pared provocando un nuevo temblor-
¡Ay! -Gimió de dolor el pequeño hermano aunque en su rostro se apreciaba esa tonta sonrisa despreocupada que tanto molestaba a su hermano, el golpe le había provocado bastante dolor pero el siempre sonreía, ahora se encontraba bocabajo asta que se dio cuenta de quien le había hecho frenar- ¡Crowley! Hey eso a dolido... ¿¡Podrías hacerlo otra vez!? -Decía entusiasmado mientras se recomponía y miraba a Crowley con unos ojos infantiles y brillantes esperando su respuesta-
No, no pienso repetirlo, otro golpe como ese y perderás el poco cerebro que te queda -Dijo mientras le lanzaba su típica mirada de desaprobación que era como miraba la mayor parte del tiempo a su hermano pequeño-
Soso -Respondió Fergus, sentándose en el suelo e inflando los mofletes, acción que hacia siempre que se enfurruñaba-
Infantil -Crowley rodo los ojos ya conociendo el gento infantil de Fergus- ¿Qué se supone que hacías con esto en el pasillo?
Jugar... a las carreras... -Respondió Fergus pensando que era mas que obvio lo que estaba haciendo-
Me refería a por que juegas en casa, tarado -Aclaro Crowley empezando a desesperarse con Fergus-
Esta lloviendo... y me aburroooo -Fergus gateo por el suelo para recuperar su monopatín pero no pudo llegar a el por que algo lo agarro-
Por que siempre estas haciendo el estúpido -Era Crowley quien había agarrado de la camiseta a Fergus levantándolo en el aire, con facilidad por lo pequeño que era-
¡Suéltame burro! -Fergus pataleaba, lanzaba puñetazos al aire sin llegar a tocar nada-
Silencio -Le ordeno el mayor a su hermano pequeño, mientras lo sujetaba aun por la espalda de la camiseta y lo arrastraba asta la habitación del menor donde lo encerraba cuando se comportaba de esa manera. Lo dejo ahí encerrado y volvió a su dormitorio-
Siempre hacían eso, el pequeño llamaba la atención del mayor, pero el mayor no estaba dispuesto a dejar su trabajo por las tonterías de su pequeño e infantil hermano. Pero acaso creéis que el pequeño Fergus con eso le bastaba... No, conseguía escapar y volver a empezar.
FUUS! BOOM! POOM! -Se oía de nuevo todo para llamar la atención de su hermano mayor, pero ¿Hasta cuando aguantaría la paciencia de Crowley con su hermanito? Pero el pequeño Fergus pensaba que acabaría cediendo... Cosa que nunca llego-
[Tener un hermano mayor y llamar su atención, algo que todos los hermanos pequeños han hecho en su infancia, e incluso en su madurez, por que es una forma de que esos lazos fraternos no se rompan. Una familia en la que los hermanos se ignoren y se odien, no es una familia. Y un hermano pequeño que nunca a molestado al mayor, no es un hermano pequeño. En esta historia user se baso en una vieja anécdota con su hermana mayor. Aunque no se si le a quedado demasiado bien]
Imaginemos que Crowley y Fergus... son hermanos de sangre... En un contexto humano. El hermano mayor: Crowley. Y el hermano menor: Fergus. Es otro plano espacio-temporal. User pensó que seria divertido verlos a ambos en esa perspectiva... El hermano pequeño infantil que busca atención y el hermano mayor Serio y centrado en su trabajo... Lo que son dos hermanos
Era un día como cualquier otro, Crowley se hallaba en su dormitorio concentrado en su trabajo, como siempre, su trabajo era lo mas importante. Y mientras tanto ¿Dónde estaba el pequeño Fergus? Un niño demasiado activo y era demasiado infantil. Siempre iba de un lado a otro, se aburría con facilidad y le gustaba toquetearlo todo, siempre se estaba metiendo en problemas y causando destrozos... Y esta vez no seria menos. A Fergus le importaba poco que su hermano estuviera haciendo algo importante el solo quería llamar la atención y siempre encontraba la manera, aunque no siempre le resultaba eficaz. Dos hermanos totalmente contrarios, mientras el mayor tenia sus planes, era ordenado e incluso perfeccionista, el pequeño era un alborotador, con una falta de concentración y un desorden todo el, siempre haciendo uso de ese exceso de Humor Negro.
Como decía: Estaba todo en silencio, Crowley en su escritorio trabajaba, estaba concentrado, el silencio ayudaba. Todo tranquilo asta que...
BOOM! -Se escucho un estruendo en el pasillo acompañado de un ligero temblor-
Crowley ni se digno a levantarse para comprobar el porque de ese estruendo, porque ya lo sabia, su hermanito pequeño ya estaba haciendo el tonto. Así que lo ignoro y se centro de nuevo en su trabajo.
ZUUM! -Se escucho de nuevo-
BRUM! -De nuevo se escucho y cada vez con mas fuerza se escuchaba-
BOOM! -Se volvió a repetir y ahí ya no-
Tranquilamente, por que no se iba a dejar alterar por algo semejante, Crowley se levanto y fue a ver lo que ocurría en el pasillo. ¿Y que encontró? Nada que no esperara encontrar. El pequeño Fergus jugando con un viejo monopatín. Se subía en el, e impulsado por su misma fuerza al empujar la pared, recorría a gran velocidad el pasillo asta chocar contra la pared, dado que no sabia como frenar.
De nuevo haciendo el idiota -Pensó Crowley y cuando Fergus se impulso de nuevo Crowley freno el monopatín con el pie, provocando que el pequeño Fergus, que no se lo esperaba, saliera disparado asta golpearse contra la pared provocando un nuevo temblor-
¡Ay! -Gimió de dolor el pequeño hermano aunque en su rostro se apreciaba esa tonta sonrisa despreocupada que tanto molestaba a su hermano, el golpe le había provocado bastante dolor pero el siempre sonreía, ahora se encontraba bocabajo asta que se dio cuenta de quien le había hecho frenar- ¡Crowley! Hey eso a dolido... ¿¡Podrías hacerlo otra vez!? -Decía entusiasmado mientras se recomponía y miraba a Crowley con unos ojos infantiles y brillantes esperando su respuesta-
No, no pienso repetirlo, otro golpe como ese y perderás el poco cerebro que te queda -Dijo mientras le lanzaba su típica mirada de desaprobación que era como miraba la mayor parte del tiempo a su hermano pequeño-
Soso -Respondió Fergus, sentándose en el suelo e inflando los mofletes, acción que hacia siempre que se enfurruñaba-
Infantil -Crowley rodo los ojos ya conociendo el gento infantil de Fergus- ¿Qué se supone que hacías con esto en el pasillo?
Jugar... a las carreras... -Respondió Fergus pensando que era mas que obvio lo que estaba haciendo-
Me refería a por que juegas en casa, tarado -Aclaro Crowley empezando a desesperarse con Fergus-
Esta lloviendo... y me aburroooo -Fergus gateo por el suelo para recuperar su monopatín pero no pudo llegar a el por que algo lo agarro-
Por que siempre estas haciendo el estúpido -Era Crowley quien había agarrado de la camiseta a Fergus levantándolo en el aire, con facilidad por lo pequeño que era-
¡Suéltame burro! -Fergus pataleaba, lanzaba puñetazos al aire sin llegar a tocar nada-
Silencio -Le ordeno el mayor a su hermano pequeño, mientras lo sujetaba aun por la espalda de la camiseta y lo arrastraba asta la habitación del menor donde lo encerraba cuando se comportaba de esa manera. Lo dejo ahí encerrado y volvió a su dormitorio-
Siempre hacían eso, el pequeño llamaba la atención del mayor, pero el mayor no estaba dispuesto a dejar su trabajo por las tonterías de su pequeño e infantil hermano. Pero acaso creéis que el pequeño Fergus con eso le bastaba... No, conseguía escapar y volver a empezar.
FUUS! BOOM! POOM! -Se oía de nuevo todo para llamar la atención de su hermano mayor, pero ¿Hasta cuando aguantaría la paciencia de Crowley con su hermanito? Pero el pequeño Fergus pensaba que acabaría cediendo... Cosa que nunca llego-
[Tener un hermano mayor y llamar su atención, algo que todos los hermanos pequeños han hecho en su infancia, e incluso en su madurez, por que es una forma de que esos lazos fraternos no se rompan. Una familia en la que los hermanos se ignoren y se odien, no es una familia. Y un hermano pequeño que nunca a molestado al mayor, no es un hermano pequeño. En esta historia user se baso en una vieja anécdota con su hermana mayor. Aunque no se si le a quedado demasiado bien]
Presentación, ón, ón~
Welcome to my Blog!
Okey, te doy la bienvenida a este ''coso'' también llamado blog. Mío y únicamente mío. ¿Qué, que puedes encontrar aquí? Pues Yo. Y más de Yo. No puedes saberlo con exactitud, porque esto es como una pequeña parte de mi loca cabecita. Que imagina cosas bastante raras. Principalmente si lees esto debes estar enterado de varias cosas, o mejor dicho de mis adicciones y obsesiones. Enumeremos:
-Supernatural (Mas conocido como Sobrenatural en España)
-Doctor Who (Gran serie que con los años se supera)
-Sherlock (Versión modernizada del Gran Sherlock Holmes, de la BBC)
-Teen Wolf (Serie que hace furor últimamente)
-Torchwood (Es bastante parecido a Doctor Who pero Meh)
-Harry Potter (Te guste o no, todo el mundo conoce esta saga de libros que me apasionan)
-Star Trek (Me declaro Trekkie permanente y sin remedio)
-Anime (Aquí no especifico demasiado)
Y bueno, luego si me leéis (Que no creo pero poco me importa) Teneis que saber que cada historia que cuento, cada Fic, narración o dialogo. Lo mas seguro es que se base en cosas de un Rol de Twitter. En el que yo participo activamente. Si no lo entendéis pos mirar un poco esta cuenta @_TheFallenKing y ya si eso os enteráis un poco (Si, me hago publicidad a mi mismo)
Lo dicho:
Okey, te doy la bienvenida a este ''coso'' también llamado blog. Mío y únicamente mío. ¿Qué, que puedes encontrar aquí? Pues Yo. Y más de Yo. No puedes saberlo con exactitud, porque esto es como una pequeña parte de mi loca cabecita. Que imagina cosas bastante raras. Principalmente si lees esto debes estar enterado de varias cosas, o mejor dicho de mis adicciones y obsesiones. Enumeremos:
-Supernatural (Mas conocido como Sobrenatural en España)
-Doctor Who (Gran serie que con los años se supera)
-Sherlock (Versión modernizada del Gran Sherlock Holmes, de la BBC)
-Teen Wolf (Serie que hace furor últimamente)
-Torchwood (Es bastante parecido a Doctor Who pero Meh)
-Harry Potter (Te guste o no, todo el mundo conoce esta saga de libros que me apasionan)
-Star Trek (Me declaro Trekkie permanente y sin remedio)
-Anime (Aquí no especifico demasiado)
Y bueno, luego si me leéis (Que no creo pero poco me importa) Teneis que saber que cada historia que cuento, cada Fic, narración o dialogo. Lo mas seguro es que se base en cosas de un Rol de Twitter. En el que yo participo activamente. Si no lo entendéis pos mirar un poco esta cuenta @_TheFallenKing y ya si eso os enteráis un poco (Si, me hago publicidad a mi mismo)
Lo dicho:
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